Alguien alguna vez dijo “la comida es un reflejo de la sociedad». Aunque puede que sea solo una frase trillada sin mucho fundamento, lo que no hay duda es que los gustos alimenticios han cambiado bastantes a lo largo de los años. Incluso, algunos platillos populares hace algunas décadas, hoy los vemos con cara de “de verdad comían esa mierd@”.
Es por eso que el día de hoy les traemos una lista de alimentos e ingredientes raros que la gente solía comer. Y la pregunta es ¿Se te antoja probar alguno?
[lista n=1] Ballena
Por siglos, la carne de ballena era la base de la alimentación en muchas partes del mundo. Por ejemplo, en todo el atlántico norte (desde Gran Bretaña hasta Estados Unidos) uno de los platillos más importantes era el Muktuk (piel y grasa de ballena) gracias a su alto contenido de grasa y vitamina C.
Al día de hoy la carne de ballena se sigue comiendo de forma limitada en países como Japón e Islandia. Pero en comparación a los siglos anteriores, prácticamente se volvió un alimento muy raro y antisocial (es una especia en peligro de extinción).
[lista n=2] Excremento de ballena
Ya que hablamos de ballenas…
El ámbar gris o ambergris, es un tipo de excremento sólido con forma de piedra del cachalote.
Aunque por varios siglos era usado como combustible, en algún momento del siglo XIX, se usó como ingrediente gourmet en postres y quesos por su textura terrosa del sabor (similar al de las trufas).
Actualmente el ámbar gris es usado en la creación de diferentes productos industriales, específicamente en la fabricación de perfumes, ya que tiene propiedades fijadoras efectivas para que perdure más el olor.
[lista n=3] Ratones
Durante la época del imperio romano, los ratones se convirtieron un ingrediente relativamente habitual dentro de su dieta. Al punto de que hay evidencias arqueológicas que sugieren que se criaban a gran escala.
Pero a diferencia de lo que muchos pudieran imaginar, estos ratones eran considerados como alimentos de muy alta calidad. La mayoría eran engordados con bellotas y semillas durante varios meses hasta que alcanzaran el tamaño adecuado. Para cocinarse, se horneaban o hervían acompañados de salsas y verduras.
Esta tradición perduró en algunas partes de Europa, hasta que al final los ratones fueron relacionados con diversas enfermedades.
[lista n=4] Panqueques veganos venenosos
Uno de los platillos favoritos del mundo son sin duda los panqueques (pan-cakes, tortitas, hot cakes, etc.). Si bien, hoy en día hay gran cantidad de recetas distintas, ninguna de ellas se parece a la que se hacía en la Inglaterra del siglo XVI.
Los tansies son un tipo de panqueque hecho con flores de tanaceto, violetas, perejil, tierra, vinagre y miel. De acuerdo a diferentes documentos, eran muy populares durante las fiestas de pascua.
Aunque por muchos años se le daban propiedades curativas a este platillo, paradójicamente el tanaceto es altamente tóxico. Así que se puede decir que la gente comía panqueques veganos llenos de veneno.
[lista n=5] So
El So era un platillo japonés hecho con leche cortada que fue popular dentro de las clases altas japonesas durante el siglo XIV.
Teniendo una apariencia similar al queso y al dulce de leche cuajado, para prepararse debía hervirse durante varias horas hasta que se evaporara completamente el agua y solo quedara la grasa. De acuerdo a los registros, el objetivo de este platillo era mantener la leche en conserva durante meses sin que se echara a perder.
En cuanto a su sabor, aparentemente era muy agrio. Pero lo destacado era su intenso olor a leche podrida.
[lista n=6] Vinagre (como bebida)
El vinagre es un ingrediente sumamente popular en la cocina de todo el mundo, gracias a su acidez y sabor tan particular. Sin embargo, durante algunos siglos, también era una bebida (sí, se lo tomaban como si fuera un refresco).
En Europa, en la Edad Media y el Renacimiento, había temporadas en las que el vino era demasiado caro al punto de que solo la nobleza podía beberlo. Como alternativa, los pobres llegaban a beber vino avinagrado (mucho más barato) rebajado con agua.
[lista n=7] Cerveza de gallo
Durante el siglo XIX en Gran Bretaña, se volvió popular en algunas tabernas “la cerveza de gallo”, y no, no solo es el nombre de una marca, era literalmente una cerveza de gallo… Esta bebida se preparaba agregando un gallo recién sacrificado y destripado, a un barril lleno de cerveza.
De acuerdo a la información histórica, se creía que esta bebida tenía propiedades afrodisíacas y estimulantes. Así mismo, estaba relacionada con la fuerza y la gallardía (valga la redundancia).
[lista n=8] Animales híbridos
Entre el siglo XVI y el XVIII, estuvo muy de moda en los banquetes europeos servir a animales de dos o más especies distintas, unidos como si fueran uno. A esta extraña práctica se le denominaba como cockentrice (que literalmente significa cocinado en pedazos).
La forma más conocida de cockentrice era tomar la parte delantera del cerdo y agregarle patas de pavo, para crear así una criatura mitológica que ni siquiera los antiguos egipcios hubieran imaginado.
Si quieres verlo, da clic en el siguiente link (no lo agregamos porque puede perturbar a más de uno).
[lista n=9] Ensalada de gelatina
En algún momento de la década de 1950, explotó el fervor por la ensalada de gelatina en los hogares americanos, convirtiéndose de esa manera en el platillo de moda en las cenas de Acción de Gracias y Navidad durante esos años. Habiendo sabores de cualquier tipo imaginable, hasta una de las compañías más importantes del sector, Jell-O, tenía su propia línea de ensaladas de gelatina instantáneas.
Aunque las recetas en presentación gelatinosa existían desde prácticamente la edad media, no fue hasta ya muy adentrados en el siglo XX cuando empezamos a ver rarezas como ensalada de atún y mayonesa. Por fortuna, pasaron de moda rápidamente y solo quedan como recuerdo de lo extravagante que era el mundo hace algunas décadas.
[lista n=10] Paloma migratoria
A finales del siglo XIX e inicios del siglo XX, la carne de paloma migratoria era un alimento muy común en Estados Unidos, en especial entre las personas de las clases más bajas.
Su popularidad se debía en gran medida al enorme número de ejemplares que volaban por las ciudades del norte y a los bajos precios en comparación de la carne de pollo. Aunque por muchos años fue la subespecie de paloma más numerosa del mundo, al final se terminó extinguiéndose por el exceso de caza y la destrucción de su hábitat.
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