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10 consejos para aprender más rápido

Desde que nacemos, prácticamente aprendemos cosas nuevas todos los días sin que nos demos cuenta. Es más, una de las características más importantes que nos diferencian del resto de los animales es la facilidad de absorber conocimiento y aplicarlo.

Aunque biológicamente la capacidad de aprender permitió a nuestros antepasados sobrevivir, por ejemplo: a crear artefactos y a desarrollar habilidades como hacer fuego o identificar plantas venenosas; hoy en día el aprendizaje va más allá de una necesidad de “vida o muerte”, sino que ahora es una herramienta más para desarrollarnos como personas.

Ya sea para aprender un nuevo idioma, sacar mejores calificaciones en la universidad, cocinar un pastel, programar aplicaciones de teléfono, o simplemente entender más fácilmente lo que te rodea, el día de hoy te traemos una lista de 10 consejos que harán que aprendas mucho más rápido.

[lista n=1] Divide y crea un mapa de ruta

El aprender cualquier cosa, aunque parezca una tarea compleja y difícil en un inicio, si se divide en pasos más pequeños y medibles, sin duda será más sencillo de lograr. Como se dice normalmente: “Hay que aprender a caminar antes de correr”.

Al momento de aprender, identifica los pasos intermedios necesarios para lograr tu objetivo. Por ejemplo: si quieres aprender a resolver problemas complejos de matemáticas, primero debes identificar cuáles son los elementos básicos y aprenderlos; es decir: sumar, restar, multiplicar, dividir, fracciones, álgebra elemental, trigonometría, etc.

[lista n=2] Conceptos importantes

Relacionado con el punto anterior, hay que tener en cuenta que toda habilidad está compuesta de diferentes conocimientos, algunos de estos pueden ser más importantes que otros, así que tu objetivo será identificar los más valiosos y enfocar la mayor parte de tu tiempo en aprenderlos.

Por ejemplo: si deseas aprender a tocar la guitarra eléctrica, es probable que encuentres decenas de técnicas distintas para aprender, como los slides, tappings, hammer on, etc. Sin embargo, si de verdad te interesa ser un buen guitarrista, debes enfocarte más en aprender distintas escalas y acordes.

[lista n=3] Haz solo una cosa a la vez

A diferencia de lo que muchos pensarían, nuestra mente no tiene la capacidad de hacer más de una cosa a la vez. Así que, para entender bien algo que estés estudiando, es necesario poner tu atención solo a eso y evitar las distracciones.

En otras palabras: la próxima vez que estés aprendiendo, apaga tu teléfono.

[lista n=4] Estudia en periodos de tiempo de 30 a 40 minutos

Investigadores del Centro para el Éxito Académico de la Universidad Estatal de Louisiana, sugieren dedicar entre 30 a 40 minutos para aprender algún nuevo material.

«Cualquier cantidad inferior a 30 no es suficiente, pero cualquier cantidad superior a 50 es demasiada información para que su cerebro pueda asimilarla al mismo tiempo»─ Menciona la asistente graduada de estrategias de aprendizaje, Ellen Dunn.

Este enfoque de tiempo es compatible con el ya conocido “Método Pomodoro”, que consiste en enfocarse en una tarea por 25-30 minutos y luego tomar 5 minutos de descanso.

[lista n=5] Aplica los conocimientos

El enfoque clásico de aprendizaje donde debemos memorizar decenas de datos a través de la repetición, puede funcionar muy bien para pasar un examen de historia o ganar un concurso de televisión de cultura general. Sin embargo, a la larga este método no es efectivo y tampoco el más rápido.

Cada vez que aprendas algo, intenta aplicarlo en un ejemplo real; el simple hecho de invertir tu esfuerzo al aplicar el conocimiento, hará que absorbas más rápidamente los conceptos.

Por ejemplo: si estás aprendiendo bases de datos, intenta crear una base de datos de tu colección de películas o videojuegos.

[lista n=6] Enseña o trata de explicarle a alguien (o al menos aparentarlo)

Una forma muy efectiva de acelerar el aprendizaje es intentar explicárselo a alguien. Así de simple.

Aunque no lo parezca, la expectativa de enseñarle a alguien más es un motivador muy importante que te hará comprender conceptos y habilidades de una manera más rápida y completa.

El investigador de la Universidad de Washington, el Dr. John Nestojko, habla sobre este fenómeno:

“Cuando cualquier persona se preparan para enseñar, tiende a buscar puntos clave y a organizar la información en una estructura coherente para que sea fácil de entender. Esa reinterpretación de los conceptos, hace que el conocimiento se entienda de mejor manera»

[lista n=7] Consistencia

El aprender algo nuevo no es una tarea que se da de un día para otro. Es más, hay estudios que arrojan que para dominar un área en particular o habilidad se requieren más de 5 mil horas de práctica. Por lo tanto, la constancia es fundamental.

Si deseas aprender un nuevo idioma, tocar un instrumento o capacitarte para el trabajo de tus sueños, es mucho mejor practicar al menos 30 minutos al día durante algunos meses, que invertirle 10 horas en un solo día cada 4 ó 5 semanas.

[lista n=8] Motívate

Si bien, la disciplina y la habilidad de cada persona son partes muy importantes del aprendizaje, hay un elemento casi igual de fundamental que muchas veces se pasa por alto: nos referimos, claro, a la motivación.

La motivación es nuestra “fuerza interior” que nos hace hacer las cosas (valga la redundancia). Por ejemplo, probablemente ahora estés tomando clases de francés porque en un futuro deseas viajar a París, o tal vez te interesa regresar a la escuela para tener un salario más alto. Etc.

Asimismo, si tu motivación es lo suficientemente buena al momento de estudiar, es seguro que vas a aprender de forma mucho más rápida y efectiva.

Por lo tanto, siempre ten presentes tus razones para aprender.

[lista n=9] Duerme lo suficiente

Para que nuestro cerebro esté en óptimas condiciones y pueda rendir al máximo, es fundamental que esté bien descansado. En este caso, si deseas aprender, hay que dormir y evitar las noches de vela.

Si por alguna razón no puedes dormir tus 8 horas por las noches, incluso una siesta de 30 minutos antes de estudiar puede ser bastante efectiva.

[lista n=10] Mantenimiento del conocimiento

Hay un dicho muy generalizado que dice “lo bien aprendido nunca se olvida”. Pero ¿Qué tan cierto es esto? Bueno, la realidad es que con el tiempo las cosas se olvidan. Incluso, es bastante probable que algo que hayas aprendido hace un par de días, ya ni lo recuerdes.

Para evitar que lo que aprendiste se esfume rápidamente de tu mente, es importante ponerlo a práctica o repararlo cada cierto tiempo. A esta técnica se le denomina comúnmente como “spaced repetition” (o repetición espaciada), y consiste en reforzar el conocimiento para que pace al área de la memoria a largo plazo.

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15 Beneficios leer todos los días

Lista de razones con respaldo científico por las que deberías agregar el hábito de la lectura en tu vida.

Posiblemente en alguna ocasión hayas escuchado la frase “leer te hace mejor persona”. Pero ¿Qué tan cierto es esto?

Bueno, de acuerdo a la ciencia, la lectura sí puede hacerte mejor persona desde el punto de vista del desarrollo personal, y no solo eso, también es un hábito que puede afectar positivamente tu salud a largo plazo (tanto física como mental).

Así que en este artículo te traemos una lista de 15 razones y beneficios de leer a diario. Esperamos que te motive a seguir leyendo.

[lista n=1] Te puedes convertir en un experto en algún tema

La lectura es el canal fundamental para recibir información y conocimientos a través del tiempo. Gracias a ella, prácticamente se han dado todos los avances tecnológicos, científicos y culturales que tenemos hoy en día.

Aunque no te des cuenta, cando lees estás llenando tu cabeza con muchísimos datos, y sí, puede que algunos no nos sean útiles, pero otros te pueden servir más de lo que te pudieras imaginar.

Si lees diario sobre un tema en particular, a largo plazo (al menos durante un par de años) te puedas convertir en un experto en esa materia. Como bien lo explica el autor John Maxwell:

“Para ser un experto, debes ser autodidacta. Y para ser autodidacta, debes ser constante”

Así que, si quieres mejorar en lo que te dedicas, no olvides leer diario algo relacionado con tu ocupación (al menos 30 minutos). Incluso te puedes convertir en un experto sin apenas darte cuenta.

[lista n=2] Reduce el estrés

De acuerdo a una investigación de la Universidad de Sussex, el leer, por lo menos durante seis minutos seguidos, puede reducir el estrés hasta en un 68%. De hecho, el estudio también sugiere que relajarse leyendo reduce el estrés más rápido y de mejor forma que otros métodos comunes, como puede ser escuchar música, salir a caminar o tomar una taza de té.

Los investigadores creen que esto se debe a que la distracción de estar leyendo hace que la tensión en los músculos se alivien.

El neuropsicólogo cognitivo Dr. David Lewis, quien dirigió la investigación, dijo: «No me sorprenden los resultados. Perderte en un libro es la máxima relajación que puede haber en esta vida».

[lista n=3] Aumenta tu vocabulario

No hay mejor forma de obtener un vocabulario más completo y rico que leyendo.

Cuanto más lees, más palabras verás, y esto, inevitablemente terminará expandiendo tu vocabulario cotidiano con muy poco esfuerzo.

Pero ¿Para qué sirve aprender más palabras (además de impresionar a tus amigos)?

El aumentar tu vocabulario te ayudará a expresarte de mejor manera, te dará confianza al hablar e incluso, te puede servir para potencializar tu carrera. No dudes en el poder de las palabras.

[lista n=4] Te ayuda a escribir mejor

En parte relacionado con el punto anterior, al tener un vocabulario extenso será más fácil expresar las ideas (tanto de forma hablada como escrita).

Si quieres ser un escritor profesional, redactar de mejor forma los reportes en tu trabajo o simplemente quieres comenzar un blog, leer mucho es fundamental.

[lista n=5] Es un estímulo mental

El leer cualquier tipo de libro, aunque sea «digerible» y muy fácil de leer, requiere un esfuerzo mental considerable ya que debes retener, comprender, abstraer y deducir la información. Con el tiempo, leyendo habitualmente irás mejorando estas capacidades poco a poco.

Y también no hay que olvidar que la lectura transmite emociones y sensaciones que pueden mejorar tu estado de ánimo (en un punto abajo se explicará).

[lista n=6] Ayuda a enfocar la atención

La mayoría de las personas pasamos gran parte de nuestro día buscando y navegando por Internet. Esto mantiene nuestros cerebros en constante movimiento, lo que hace que nuestros pensamientos sean cada vez más dispersos.

Mientras tanto por otro lado, la lectura enfoca nuestra atención a una sola cosa a la vez, y para generar riqueza en nuestro pensamiento debemos estar enfocados y no distraernos.

El escritor estadounidense Nicholas Carr, lo explica muy bien:

“Los pensamientos de la sociedad actual son así: imaginan que están nadando en el mar y de repente aparecen en el piso 25 de un rascacielos con un tutú y cantando el himno nacional… Son tantos los estímulos externos que ya ni sabes porque hacemos las cosas”

[lista n=7] Puede mejorar tu inteligencia

El concepto de inteligencia es bastante complejo como para decir que hay una “fórmula mágica” que te haga más inteligente, sin embargo, la lectura puede darte ese “empujoncito” para desarrollar y mejorar tu inteligencia.

Aparte de las ventajas obvias como lo es adquirir nuevo conocimiento (como se mencionó en puntos anteriores), de acuerdo a un estudio de la investigadora de la Universidad de Berkeley, la Dra. Anne Cunningham, al leer se activan áreas del cerebro que habitualmente solo las personas con una inteligencia superior al promedio suelen utilizar.

[lista n=8] Mejora la memoria

Si eres de los que se les olvida donde dejaron las llaves, puede que debas leer más.

De forma indirecta, la lectura requiere un trabajo de memorización bastante complejo. Por ejemplo, si estás leyendo una novela tienes recordar a los personajes, sus personalidades, objetivos, ambiciones, acciones, etc.

Con el hábito, a larga puede mejorará mucho tu memoria.

[lista n=9] Previene el desgaste del cerebro

Un estudio liderado por el Dr. Robert S. Wilson, del Rush University Medical Center en Chicago, concluye que las personas mayores que son lectoras frecuentes desde jóvenes tienen menos probabilidad de sufrir síntomas graves de enfermedades que afectan al cerebro como lo es el Alzheimer.

Los investigadores descubrieron que las personas que participaban en actividades mentalmente desafiantes con mayor frecuencia (hacer rompecabezas, jugar ajedrez, leer, etc.), durante gran parte de sus vidas, tenían un índice de disminución de memoria más lento en comparación con aquellos que no participaban en tales actividades.

[lista n=10] Aumenta la capacidad de abstracción

Al igual que la memorización (como se mencionó en un punto anterior), la capacidad de abstracción es fundamental en la lectura, ya que te permite comprender y manejar conceptos únicamente con las palabras.

Según diferentes pruebas publicadas por la revista Neurology, los lectores tienen mejor desarrollada la habilidad de abstraer y deducir que las personas que leen poco.

[lista n=11] Incrementa la empatía

Uno de los efectos positivos más interesantes que tiene el leer, en especial historia y novelas, es que invita a lector a “ponerse en los zapatos” de los personajes y vivir emociones y experiencias externas.

Esto a la larga puede aumentar tu factor de empatía y además contribuye en la capacidad comprensión de las otras personas.

Por lo general, las personas empáticas suelen tener mejores relaciones personales y destacan por intentar ayudar a los demás cuando lo necesiten.

[lista n=12] Mejora tu capacidad de razonamiento

A grandes rasgos, el razonamiento es la capacidad de prever, analizar y dar soluciones a situaciones particulares.

Ya que no siempre tenemos el tiempo suficiente y el ánimo para encontrar «desafíos reales» que mejoren nuestro razonamiento, los libros son un gran sustituto gracias a que son una fuente de experiencia inagotable y asequible.

[lista n=13] Puede ayudarte a dormir mejor

De acuerdo a un informe de la Mayo Clinic, leer te puede servir para relajarte y a disminuir la frecuencia de las ondas cerebrales.

Si agregas la lectura a tus rituales nocturnos, también puede ayudarte a dormir mejor.

Pero ojo, estamos hablando de libros reales. Las pantallas de los dispositivos móviles y de los libros electrónicos en vez de servirte para conciliar el sueño, pueden terminar despertandote.

[lista n=14] En algunos casos, pueden incluso curar la depresión

 

En un estudio publicado en la revista PLoS ONE, se explica que las personas que van a terapia y además leen libros de autoayuda y superación personal, superan la depresión más fácilmente que los pacientes típicos.

Otro aspecto que hay que tener en cuenta es que también la lectura te permite conocerte mejor y comprender mejor tus emociones.

[lista n=15] Desarrollas tu lado creativo

Uno de los efectos colaterales más comunes al crecer es que tu pensamiento se vuelve más ‘mecánico’ y menos creativo. Pero ¿En qué puede ayudar la lectura a revertirlo?

Según explica el profesor e investigador para la Academic Associates, Glenn Davis, la lectura es de las mejores herramientas para desarrollar el lado creativo de las personas:

“Cuando terminas de leer alguna novela o un cuento, lo más seguro es que en tu mente se siga desarrollando esa historia. Por ejemplo, tal vez te preguntes ‘¿Qué pasaría si hubiera hecho esto o aquello el personaje principal?’ o ‘¿Qué sigue después del final?’. Aunque no lo parezca, este tipo de abstracciones a la larga desarrollan bastante tu creatividad”

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¿Cómo superar el miedo a las matemáticas? Según los expertos

Es momento de hacer el examen de matemáticas. Sacas tu lápiz, calculadora, lees el problema que te piden y automáticamente se te queda la mente en blanco. ¿Te ha pasado? Si es así, este artículo es para ti.

El miedo o ansiedad a las matemáticas es más común de lo que te pudieras imaginar. De acuerdo a un estudio de la Universidad de Cornell, cerca del 30% de los estudiantes llegan a sentirlo al menos una vez, y a nivel universitario estas cifras hasta pueden triplicarse.

Como sucede con las fobias a hablar en público o miedo al ser juzgado, el temor a las matemáticas te puede hacer pasar un mal rato, en especial cuando estas haciendo un examen o prueba importante.

Como explican diversos especialistas, la ansiedad a las matemáticas puede ocasionar que nos equivoquemos o que tengamos la sensación de que se nos quede la ‘mente en blanco’. Esto a su vez, en algunos de los casos puede causar frustración y una ansiedad física real (aumento de la respiración, tensión muscular, mareos, taquicardia, etc).

Pero ¿Cómo se puede superar el miedo a las matemáticas? En este artículo lo explicaremos.

El origen del miedo

Como pasa con la mayoría de las fobias, el temor a las matemáticas puede provenir de alguna situación del pasado incomoda que te haya marcado. Sin embargo, otra de las causas más habituales es la mala enseñanza que se da en la educación básica.

De acuerdo al autor e investigador del Departamento de Física de Caltech, el Dr Jerry Vuille, la poca comprensión de las matemáticas causa el fracaso en los estudiantes.

“En la escuela básica el enfoque principal que se le da a las matemáticas es en el procedimientos, es decir, se enseñan los pasos a seguir para la solución de los problemas para luego memorizarlos. El asunto es que la memoria puede fallar y esto te puede hacer fracasar fácilmente […] Como le digo a mis alumnos, si quieren ser exitosos en las matemáticas la respuesta es simple: hay que comprender las matemáticas, no aprenderlas de memoria”

Otra razón habitual del miedo y la ansiedad es la creencia de que “uno nace siendo bueno para las matemática”. Aunque se ha refutado desde hace décadas esta idea, e incluso los soviéticos demostraron que podían educar a una generación entera con un buen nivel matemático, todavía sigue muy arraigada en la mente de las personas la suposición de que “solo unos cuantos pueden ser buenos”.

Y por último está la suposición de que “si no eres bueno en las matemáticas, difícilmente vas a conseguir un buen trabajo o entrar a una universidad de prestigio”. Si bien, esto está más relacionado con el miedo al fracaso que a las matemáticas en sí, es cierto que puede afectar en tu desempeño y más cuando estás haciendo una prueba importante.

Pasos para superar el miedo a las matemáticas

Ahora que ya están explicadas las razones más comunes que pueden causar la ansiedad a las matemáticas, es momento de explicar como superarla.

Practica, practica y practica. ¿Cómo logra un futbolista profesional jugar bien y no cometer errores aunque lo están viendo millones de personas? Fácil: practicando regularmente. Si bien, las matemáticas no son tan mecánicas como otras áreas de la vida cotidiana, lo cierto es que sí puedes entrenar al cerebro para hacer ciertas tareas de forma instintiva. Por ejemplo, si resuelves decenas de problemas de fracciones, va a llegar un punto en que de forma casi automática los resuelvas.

Si haces un examen, enfócate primero en lo que necesitas hacer, no en lo que sabes. Un error bastante habitual es enfocarse únicamente en lo que estudiaste, y no en analizar primero en enunciado. Recuerda, las matemáticas son más de comprensión que de memorización.

Relajate y ten la mente abierta. La concentración es fundamental para hacer las cosas correctas, pero cuando hay estrés y pensamientos negativos todo se puede caer como un castillo de naipes en un abrir y cerrar de ojos. Lo aconsejable es siempre estar relajado y dejar que todo fluya.

No dudes en tomar asesorías. Una de las razones del éxito del plan de estudios soviéticos en materias de ciencia es el reforzamiento del conocimiento. Es decir, si un alumno no entendía correctamente algún tema, al terminar las clases se quedaba horas extras para tomar asesorías.

Dale un sentido práctico a lo aprendido. La razón principal por la que se considera a las matemáticas como una materia “difícil”, es que son muy abstractas. Para que sean más comprensibles, es recomendable aplicarlas en un ejemplo real.

Hazte pruebas constantemente. El autoevaluarte regularmente te ayudará a comprender de lo que ya sabes y lo que necesitas reforzar.

Motívate. Un estudio reciente de la Universidad de Chicago concluye que las personas con ansiedad a las matemáticas generan mucha actividad en los lóbulos frontales del cerebro. Curiosamente son zonas del cerebro que no tienen que ver directamente con los cálculos matemáticos, es decir, superar la ansiedad y rendir mejor en matemáticas puede simplemente ser una cuestión de motivar al cerebro a creer que es posible.

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Cómo aprender un idioma fácilmente según la ciencia

Una lista de consejos que te ayudarán en el camino del aprendizaje de los idiomas.

¿A quién no le gustaría aprender un nuevo idioma este año? No cabe duda que el hablar otras lenguas te da una gran ventaja competitiva en la actualidad.

Ya sea por trabajo, para conocer o comunicarte de manera efectiva con personas de otras latitudes del planeta, aprender un segundo o tercer idioma es casi una obligación en el mundo tan globalizado en el que vivimos.

Aunque hay muchísimos métodos de aprendizajes de idiomas que están muy bien desarrollados y probados, todavía hay personas que tienen la creencia que solo los niños pequeños pueden aprender una nueva lengua.

¿Se puede aprender un nuevo idioma siendo adultos? ¿Cómo aprender más fácil y rápido? Estas y otras preguntas las responderemos en este artículo.

Cómo se aprende un idioma

Para aprender un nuevo idioma no necesitas ser un genio, incluso, por la naturaleza humana se puede decir que los idiomas se aprenden de forma instintiva sin la necesidad de estímulos externos o de una “superinteligencia”.

A grandes rasgos todos adquirimos la lengua que hablamos a través de la misma serie de procesos biológicos, cognitivos y sociales. Si se conocen, hasta podemos repetir algunos comportamientos para mejorar el aprendizaje de otro idioma.

Pero ¿Cómo aprendimos el idioma que hablamos? De acuerdo al Departamento de Neurología de la Universidad de Oxford, es de esta forma:

  • Absorbiendo información utilizando los diferentes sentidos: visual (imágenes), auditiva (sonidos), cinestésica (sentimientos)
  • Transformando objetos abstractos en asociaciones lingüísticas.
  • Repitiendo y practicando los conceptos aprendidos.
  • Analizando los sonidos y las palabras que sean inusuales o extrañas (de lo particular a lo general)
  • Se crean patrones y conexiones con toda la información adquirida para darle luego sentido a conceptos más complejos.

Entonces ya que sabemos sobre como aprendimos nuestra lengua materna. ¿Cómo podemos utilizarlo para aprender otros idiomas?

Estrategias efectivas

Ser constante

Hay una frase que todo mundo conoce que dice: “La práctica hace al maestro”. Y en los idiomas igualmente aplica.

El aprender un idioma es más parecido a construir una casa que a una carrera de velocidad. Es decir, muchos tienen la idea que por el hecho de ir a una escuela un par de veces a la semana durante 6 meses es más que suficiente para dominar una nueva lengua, sin embargo el aprender un idioma requiere un esfuerzo constante e incluso cotidiano para lograrlo.

El lingüista Simon Costand comenta:

“Si deseas de verdad aprender un idioma, debes convertirlo en un hábito diario. Al final es mucho mejor aprender poco a poco todos los días que intentar memorizar un libro completo una vez a la semana”

Para dar un ejemplo, si tu objetivo es aprender nuevo vocabulario, uno de los métodos más efectivos y populares es aprender de 3 a 5 palabras al día. Al final si haces la cuenta, durante un año habrás aprendido cerca de 2,000 palabras sin mucho esfuerzo.

Practicar en situaciones reales

Puede que hayas estudiado durante años en alguna academia o en clase particulares, pero si no lo prácticas en situaciones del mundo real es muy probable que termines olvidando gran parte de lo que hayas aprendido.

De igual manera como se aplica en distintos métodos pedagógicos, para consolidar lo aprendido tienes que pasar las ideas abstractas a prácticas.

Es como las matemáticas. Si ves números y símbolos raros en la pizarra lo más probable es que termines aturdido, pero si le das una aplicación real todo va a cobrar sentido y difícilmente lo vas a olvidar”. Comenta Ed Johnson, poliglota que habla más de una docena de idiomas.

Incluso los mejores cursos de aprendizaje de idiomas (y probablemente también de los más caros) que puedes tomar, son aquellos que imparten en un país en el que se hable ese idioma como lengua común. Pese a que no tengas el dinero o el tiempo para ir al extranjero a estudiar, afortunadamente con las nuevas tecnologías es más fácil que nunca practicar un idioma desde tu hogar.

Por ejemplo:

Puedes utilizar aplicaciones y chats gratuitos como HelloTalk y WeSpeke para practicar con nativos. Aunque no lo parezca, esto puede mejorar experimentalmente tu nivel.

Otra opción son los clásicos clubes de charla en los que tienes la posibilidad de practicar con gente frente a frente.

Inmersión

Un tanto relacionado con el punto anterior, la inmersión es fundamental para el proceso de aprendizaje efectivo.

De acuerdo a un estudio creado por The Foreign Service Institute (FSI), para aprender un idioma desde 0 hasta un nivel fluido alto se necesitan entre 8 a 15 mil horas de práctica (estudio, lectura, escucha y habla). Es decir, de 2,5 a 4 años si lo practicas, escuchas o lees unas 8 horas al día.

A pesar de que estas cifras pueden asustar a cualquiera, en realidad son el resultado de una inmersión efectiva.

Para lograrla hay dos opciones: 1) Ir a un país en el que se hable el idioma que estás aprendiendo 2) Hacer una inmersión utilizando distintos medios.

Lo ideal siempre será vivir una experiencia autentica como lo es estar en una ciudad donde se habla el idioma que estás aprendiendo. Este tipo de inmersión hará que lo practiques sin que te des cuenta durante todo el día y por lo tanto, consigas las 8 ó 15 mil horas necesarias más rápidamente.

En el caso de la inmersión por tus propios medios, esta puede ser a través de música, películas, programas de televisión y libros. Por fortuna en internet puedes encontrar muchísimo material gratuito de temas de tu interés.

Estar motivado

Uno de los pilares clásicos de la pedagogía.

En las últimas décadas los planes educativos a nivel mundial han cambiado radicalmente. Antes la enseñanza se enfocaba a la memorización y en el análisis conceptos, mientras tanto ahora los sistemas hacen cada vez más énfasis a la motivación y en la aplicación del conocimiento.

Uno de los casos más comunes donde la motivación juega un papel fundamental en el aprendizaje es en los niños con inteligencia mayor al promedio con problemas en la escuela. De acuerdo a un estudio de la Universidad de Stanford, un porcentaje considerable de niños diagnosticados con déficit de atención o hiperactividad que tienen problemas en la escuela, en realidad son niños con un coeficiente intelectual mayor al promedio. Sin embargo, su comportamiento errático muchas veces está relacionado con la falta de motivación.

De igual manera esto aplica en el aprendizaje de idiomas. Si tienes una motivación real de aprender, las probabilidades de que lo consigas son mayores.

Entonces ¿Cómo mantenerse motivado?

Hay muchas técnicas efectivas para estar motivado siempre. En el caso de adquirir nuevos conocimientos, una de las claves principales es tener siempre claras las razones por las que estás aprendiendo. Recuerda, entre más importantes sean tus razones, más fuerte será tu motivación.

¿Se puede aprender un nuevo idioma sin importar la edad?

Habitualmente se dice que “no se le puede enseñar trucos nuevos a un perro viejo”, pero ¿qué tan cierta es esta creencia?

Durante gran parte de la historia de la neurociencia moderna, se creía que el cerebro adulto era una estructura fija que iba deteriorándose con el pasar de los años, pero a partir de diferentes investigaciones desde la década de los 60s se sabe que el cerebro sigue siendo una estructura altamente dinámica, incluso puede repararse a sí mismo cuando tiene daños.

Aunque un adulto no tiene la facilidad intrínseca de aprender un idioma como lo hacen los bebés, en realidad tiene muchas ventajas al momento de aprenderlo. Por ejemplo, los niños necesitan abstraer cada concepto y esto puede tardar hasta 15 años, mientras tanto un adulto solo necesita relacionarlos con las conexiones que ya existen en el cerebro.

Así es, la edad ya no es una excusa para no estudiar otro idioma.