Categorías
Psicología

8 Consejos para ser más disciplinado

La autodisciplina ─es decir, la acción de hacer las cosas cuando debes hacerlas─ es necesaria para lograr nuestros objetivos a mediano y largo plazo. Es decir: si deseas estar en forma, debes hacer ejercicio y hacer dieta por un periodo considerable de tiempo; si quieres conseguir buenas notas en la escuela, tienes que hacer todas tus tareas y estudiar para los exámenes; o también, si tu objetivo aprender una nueva habilidad, debes practicar y practicar hasta que la domines.

Aunque en esencia la disciplina no es más que un estado psicológico creado por nuestras propias mentes, puede ser difícil conseguirla en ocasiones, en especial en los momentos en que no nos sintamos completamente motivados.

Desafortunadamente vivimos en una sociedad que los logros rápidos y la gratificación inmediata importan más que las metas a largo plazo. Es más, cosas tan simples como levantarse temprano por las mañanas o poner atención a lo que estamos leyendo sin acabar revisando nuestro Instagram o WhatsApp cada 5 minutos, se vuelven un calvario para la mayoría.

Sin embargo, con una estrategia adecuada y un poco de esfuerzo de tu parte, puedes volverte más disciplinado/a en prácticamente un abrir y cerrar de ojos. Por esa razón, el día de hoy te traemos una lista de 8 trucos y consejos que te ayudarán a ser más disciplinado para cumplir tus metas.

“La única forma de lograr el éxito en la vida es con el trabajar duro. En el momento en que comienzas a enamorarte de lo que estás haciendo y piensas que es hermoso y relajante, ten mucho cuidado porque eso significa que vas por el mal camino” ─ Miuccia Prada

[lista n=1] Pregúntate ¿Por qué tengo que hacerlo?

Entre las causas más comunes de la falta de disciplina está el no tener un propósito definido.

Por ejemplo: imagina que te regalaron pases para un taller de “jardinería ornamental”. Al inicio entraste al curso por pura curiosidad ya que ni siquiera tenías jardín en tu casa, pero con el pasar de las sesiones te cuesta cada vez más trabajo asistir al taller ya que no le encuentras ningún sentido.

Para que no pierdas el interés, siempre intenta tener claras las razones por las que debes hacer esa tarea que requiere disciplina. Después de todo, si no sabes a dónde vas, es fácil perderte o desviarte.

[lista n=2] Pregúntate ¿Qué pasaría si no lo hago?

Siguiendo la misma línea que el punto anterior pero ahora en sentido inverso, siempre es bueno preguntarse las consecuencias negativas de no tener disciplina. Por ejemplo, ¿qué pasaría si no haces tus deberes en la escuela?, ¿cómo estaría tu salud si no haces ejercicio?, ¿cómo te levantarías por la mañana si sigues despierto hasta altas horas de la noche?.

Un pensador alguna vez dijo: “La madre de toda motivación es el miedo”. De hecho, nuestro cerebro está programado para responder al peligro. Por lo que el ponerte un panorama caótico del tipo «si no lo haces…» hará que te levantes de la silla sin que te des cuenta. Inténtalo.

[Lista n=3] Crea objetivos con fecha de vencimiento

Si esperas lograr una autodisciplina verdadera y duradera, es importante tener una visión clara y realista de tus objetivos. Esta acción, por más sencilla que parezca, te dará una presión extra para que hagas las cosas (algo muy necesario cuando hay poca motivación).

Para que tus objetivos no se queden como simples “sueños” o “deseos”, es importante que sean realistas, medibles y con una fecha límite para concretarse. Es decir, en vez de ponerte como objetivo “tener un cuerpo de fisiculturista”, mejor plantéate “bajar 2kg para fin de mes”.

[lista n=4] Haz una lista de pendientes

Como se ha mencionado en párrafos anteriores, la base de la autodisciplina es saber lo que se debe hacer y luego hacerlo. Para tener presentes tus deberes, es muy aconsejable anotarlos, o mejor aún, hacer una lista de pendientes.

Por cierto, trata de acomodar las tareas por orden de importancia y/o dificultad; si terminas primero estas, el resto serán más fáciles de completar.

[lista n=5] Prémiate cada que termines una tarea

El darte pequeñas recompensas cada que concluyas tu tarea, hará que la disciplina pase de ser una actividad dolorosa y aburrida, a convertirse en algo satisfactorio y motivante.

Este enfoque que fue demostrado por el científico ruso Iván Pavlov a mediados del siglo XX, es ideal para actividades que requieren un esfuerzo considerable de tu parte.

Por ejemplo, cuando regreses a casa luego de hacer ejercicio por las mañanas, toma una taza del café que más te guste o descansa media hora frente al televisor mientras miras tu programa favorito.

[lista n=6] Ten un ejemplo a seguir

Aunque no lo parezca, el tener un ejemplo a seguir o un mentor es parte fundamental para lograr la autodisciplina. Es más, la misma palabra “disciplina” se origina del término “discípulo”.

El tener delante de ti a alguien que logró lo que tu aspiras hacer, es un empuje importante para lograr tu meta ya que tu mente lo verá como algo “alcanzable” y no algo “imposible”.

Entonces ¿Cómo conseguir un mentor o algún ejemplo a seguir? La respuesta es: dependerá de ti. Puede ser algún familiar, un conocido, un personaje histórico o incluso alguien sacado de la ficción, lo importante es que sea alguien que demuestre lo que quieres lograr.

[lista n=7] No pienses las cosas, solo hazlas

Esta frase que parece sacada del anuncio de una marca deportiva, nos dice que no hay que pensar tanto las cosas, sino hay que hacerlas. Es verdad, entre más piensas hacer algo, lo más seguro es que termines encontrando excusas para no hacerlo, así que, si tienes que hacer una tarea complicada, que te de pereza o simplemente no te guste, recuerda: no pienses y hazla.

[lista n=8] Practica, practica y practica

La disciplina es algo que se construye con el tiempo, o sea, entre más repitas una tarea en concreto, más fácil será para ti.

¿No cumpliste alguno de tus objetivos de la lista? No te preocupes, mañana levántate más temprano e inténtalo terminar. Aquí lo importante es mantener claras tus obligaciones y metas y trabajar para lograrlo.

Para terminar, ten en cuenta que la autodisciplina es un hábito que requiere esfuerzo, pero tarde o temprano sin que te des cuenta, termina convirtiéndose en un rasgo de tu personalidad.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *