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15 datos que no conocías sobre el sushi

El sushi es uno de los platillos más consumidos y amados en la actualidad. No es para menos, es nutritivo, no muy caro y sabe bien.

Pero, además de los datos típicos que todo mundo sabe, por ejemplo, que es pescado crudo con algas ¿qué tanto más conoces sobre el sushi?

Por esa razón, el día de hoy te traemos una lista de cosas que seguramente no conocías sobre el sushi.

[lista n=1] No es originario de Japón

Así como lo leíste, no es un platillo 100% japonés.

El sushi y el concepto de arroz, algas y pescado crudo está sin duda muy relacionado con Japón. Sin embargo, el origen verdadero de este concepto está lejos de las tierras niponas.

El platillo precursor del sushi moderno, el nare zushi, se originó en el sudeste asiático. En específico, en la región localizada al sur de China, Vietnam, Tailandia y Camboya.

De acuerdo con algunas investigaciones, el sushi llegó a Japón gracias a los chinos en el siglo 8 d.C. Considerando que en Japón era muy habitual el comer algas y pescado, este platillo se volvió bastante popular rápidamente. Lo demás es historia.

[lista n=2] El arroz de sushi no se comía originalmente

Aunque muchos no lo imaginarían, el arroz del sushi en realidad no era para comerse.

Según la receta original, se usaba el arroz en la preparación más que nada para evitar que los insectos u otras criaturas en la intemperie se acercaran. Asimismo, el arroz permitía que el pescado durara más tiempo sin que se echara a perder.

Luego de consumir el pescado, lo que se hacía era tirar el arroz –pero como era de esperar– con el pasar de los años esta costumbre fue cambiando hasta convertirse en un ingrediente fundamental para la preparación del platillo.

[lista n=3] Fue por mucho tiempo una comida barata y de poca categoría

Por siglos, el sushi para nada se parecía al fenómeno que es hoy en día. Es más, era una comida barata y rápida de hacer que se solía vender en puestos callejeros para personas que trabajaban en los puertos o cargando mercancías.

[lista n=4] Se volvió muy popular a consecuencia de un terremoto

Ya entrado en el siglo XX, el destino y la reputación del sushi cambió por completo. Para ser específicos, un gran terremoto ocurrido en 1923, hizo que los valores de la propiedad se desplomaran, así que los vendedores de sushi tomaron la oportunidad de cambiar los puestos callejeros por lugares establecidos dentro de las grandes urbanizaciones.

Con el pasar de los años, poco a poco el sushi dejó de ser una comida rápida para cargadores y campesinos hasta convertirse una opción más en la oferta de las ciudades. El cambio fue tal que para las décadas de 1950 y 1960, casi todo el sushi que se vendía se hacía en restaurantes y no en puestos improvisados de la calle.

[lista n=5] Se volvió conocido, caro y de lujo gracias a los refrigeradores

Otro acontecimiento que también marcó la masificación y valorización del sushi, fue la invención y la popularidad de los congeladores y neveras.

Durante siglos el sushi se tenía que servir al instante o se debía encurtir para que el pescado no se pudriera, sin embargo, con el aumento de los refrigeradores en los restaurantes y los mercados, la oferta y variedad de pescados aumentó exponencialmente, al punto que se empezaron a usar variedades de “lujo” que antes era inimaginables servirlas en forma de sushi.

Asimismo, otro efecto colateral del aumento del uso de los dispositivos de refrigeración era la posibilidad de venderlo en konbinis o tiendas de conveniencia en todo Japón. Así que en cierto modo, mucha gente en el interior conoció el platillo gracias a los refrigeradores.

[lista n=6] No todo el sushi es pescado crudo

En cierto modo el sushi hecho con pescado crudo es el que ha ganado más notoriedad, en especial en occidente. Sin embargo, el sushi no solo se limita a pescados sin cocinar, incluso solo es una pequeña parte de la gran variedad que hay.

Si vas a un restaurante dedicado al sushi, es muy probable que encuentres distintas variedades –además de los crudos– hechas con mariscos fritos, pescados ahumados, filetes asados y una cantidad impresionante de vegetales distintos, como zanahoria, pepino, aguacate, etc.

[lista n=7] Existen 6 tipos de sushi

Hablando de los distintos tipos de sushi, existen 6 tipos básicos:

  • Chirashizushi: que literalmente significa sushi diseminado o disperso.
  • Inarizushi: sushi envuelto en tofu frito
  • Maki sushi: rollos de sushi. Es la versión más común.
  • Nigiri sushi: pescado sobre arroz.
  • Oshi sushi: o también llamado sushi en caja.
  • Nare sushi: que es la forma original de sushi.

[lista n=8] Es difícil conseguir el wasabi real

Una parte fundamental del sushi que conseguimos en todas partes es el wasabi. Sí, la pasta de color verde y de sabor picante que incluyen las cajas de sushi.

Si bien, el wasabi –o rabano picante japonés– es un elemento que se usa mucho para acompañar muchas variedades de sushi, el pequeño detalle es que es demasiado caro como para encontrarlo en la mayoría de los restaurantes. Es más, el wasabi real incluso en Japón no es tan habitual que lo sirvan, a menos claro, de que estés dispuesto a pagar una cantidad considerable.

[lista n=9] El wasabi se usaba originalmente para matar parásitos

Hablando del wasabi, originalmente se utilizaba no solo por su sabor, sino por una propiedad antimicrobiana que tiene la planta de donde se saca.

En un inicio, para evitar la proliferación de parásitos al comer el pescado crudo, el sushi por lo general se acompañaba con un poco de wasabi. Aunque hoy en día ya no es tan necesario, se sigue manteniendo la tradición de servir –al menos– un poco de imitación de wasabi.

[lista n=10] Es de mala educación desperdiciar la salsa de soya

Aunque es verdad que desperdiciar la comida está mal visto en la mayoría de las culturas, en occidente es habitual que se dejen los condimentos a la mitad.

Así que si llegas a visitar Japón o un restaurante auténtico de sushi de tu comunidad, una norma de etiqueta que debes tener en cuenta es no desperdiciar la salsa de soya; solo sirve la que vas a utilizar.

[lista n=11] La mayoría de la pesca de atún rojo en el mundo es para sushi

En todo el mundo es posible encontrar sushis de todo los pescados, mariscos o animales inimaginables, sin embargo, la opción tradicional y más consumida en los restaurantes auténticos es el de atún rojo.

Para darnos una idea de su popularidad, se estima que más del 80% de este tipo de atún que se capturan en el mundo es para prepara específicamente sushi.

[lista n=12] Tradicionalmente se comía con las manos

Es normal que cuando vas a comer sushi lo termines comiendo con palillos chinos, tenedor o incluso con una cuchara, pero la forma tradicional es con los dedos. Es más, en restaurantes muy caros donde el chef te explica más a detalle la comida, es posible que te diga que no hay problema si lo comes con la mano.

[lista n=13] El proceso para crear el nori no es tan sencillo

El cultivo del alga con la que se crea el nori es más complejo de lo que parece.

Para cultivarse se requieren hectáreas de terrenos costeros drenados y una cantidad impresionante de personal.

En el siguiente video se puede observar mejor el proceso:

[lista n=14] Sí, se come en un solo bocado

Si alguna vez te has preguntado el nigiri se debe comer con una sola mordida, la respuesta es sí.

Por cierto, la razón de esto, más que ser una tradición milenaria o una norma de etiqueta, se da por puro sentido común. Es decir, si le das más de una mordida lo más seguro es que se termine deshaciendo.

[lista n=15] Puede que tu chef de sushi esté bebiendo sake

O al menos puede que sea así en los restaurantes más tradicionales.

En este caso, siguiendo la tradición que se tiene desde que se vendían en puestos callejeros, es habitual que al chef de sushi se le ofrezca un trago de sake en forma de agradecimiento por la comida. Si el chef acepta este ofrecimiento, lo habitual es que tomen todos juntos.

Con esto podemos concluir que el sushi no solo es una comida, sino también es toda una experiencia.

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Diferencias entre el café cappuccino y el latte

No sé si te has dado cuenta, pero en las típicas cafeterías de la actualidad es casi seguro que en la pizarra o en el letrero encima de la barra aparezcan prácticamente juntas dos bebidas: el café cappuccino y café latte.

Aunque siendo honestos, muchas de las veces cuando pides cualquiera de estas dos bebidas te sirven prácticamente lo mismo –y de ahí surge gran parte de la confusión–. Sin embargo, la verdad es que cada una es, al menos en la teoría, diferente.

Pero ¿sabes cuál es la diferencia entre el cappuccino y el latte? Si no sabes la respuesta, no te preocupes, en este artículo te daremos la explicación definitiva.

¿Qué es un cappuccino?

En un artículo pasado ya explicamos el origen y algunas curiosidades sobre el café cappuccino (te recomendamos visitarlo). Pero yendo al grano, lo que conocemos como cappuccino no es más que una bebida hecha con café espresso y leche espumada, o también llamada “crema de leche”.

En cuanto a su origen, se creó como tal en los primeros años del siglo XX en Italia, luego de que un hombre llamado Luigi Bez creara la máquina de espresso moderna. Sin embargo, no fue hasta después de la Segunda Guerra Mundial cuando se volvió ampliamente popular alrededor del mundo gracias a la mejora en las máquinas de espresso.

¿Cómo se prepara?

El estándar marcado en la actualidad por muchas cafeterías es un espresso regular de 20 ml o uno doble, por dos partes de leche y espuma (60 a 80 ml).

A esta medida también se le llama la “proporción perfecta”, por esta sencilla razón: 1/3 parte de espresso, 1/3 parte de leche caliente, 1/3 parte de microespuma.

Como bien sabrás, otro punto clave del cappuccino es su característica espuma. A esta se le llama “crema de leche” y esta hecha con vapor y microburbujas.

Por lo tanto, si juntas un espresso, leche y espuma, todo en partes iguales, tendrás un cappuccino auténtico. Por cierto, el cappuccino tradicional es de un solo tamaño 160 ml ó 5.6 oz.

¿Qué es un latte?

A diferencia del café cappuccino, el café late es una bebida más genérica, ya que literalmente significa “café con leche”.

Respecto a su origen, el latte es una bebida que se ha servido en casi todos los países del mundo, incluso ni siquiera es italiana, ya que los primeros registros que se tienen en el país de la bota son del siglo XIX, mientras que en medio oriente se lleva tomando desde cientos de años antes.

Sin embargo, la versión italiana hecha con espresso es la que más a destacado estos últimos años. Por lo tanto, en este articulo nos vamos a centrar en esta.

Por cierto, los lattes se servían originalmente en vasos, no en tazas, incluso muchos restaurantes siguen manteniendo esta tradición.

¿Cómo se hace?

De acuerdo con la receta italiana, un café latte tiene considerablemente más leche vaporizada que los cappuccinos, es decir, aproximadamente entre 6 a 8 onzas en comparación de las 3 que tiene el segundo. En cuanto al café, se le echan entre uno a dos shots de espresso al gusto del cliente.

Respecto a su sabor y textura, ya que tiene una mayor proporción de leche, suelen ser más dulces y suaves para el paladar que los capuccinos. Mientras tanto, la espuma es menos densa y también menos duradera.

Como dato curioso: muchos de lo café cappuccinos “grandes”, “venti”, “gigantes” o como sea que los llamen las cafeterías, en realidad son lattes.

El origen de la confusión

Con la popularización de las grandes cadenas de cafeterías, el sentido más artesanal del café cappuccino se ha perdido. Por ejemplo, en vez de servírtelo en una taza tradicional 160 ml, ahora te lo dan en un vaso de cartón de más de medio litro.

Por eso mismo, es cada vez más habitual que las bebidas nombradas como “cappuccino” en los menús, tengan más espuma y cantidades de leche que la versión más auténtica.

Como menciona Coffeebros, para realizar un cappuccino auténtico es necesario tener tiempo y precisión al prepararlo, por lo que muchas de las cafeterías de cadena han renunciado a esto para ganar más velocidad, homogeneidad y abaratar en los costos de capacitación.

Entonces sí, es posible que el cappuccino que has tomado estos últimos años en tu cafetería favorita, en realidad no era un cappuccino, sino un latte.

Por cierto, para tener más clara la diferencia que hacen las cadenas con estas dos bebidas, Starbucks ha hecho un interesante diagrama:

Capuccino vs Latte: ¿Cuál es mejor para mi?

Bien, ya que sabemos la diferencia entre ambas bebidas, es momento de elegir: ¿cuál debería pedir la próxima vez que vaya a una cafetería?

Bueno, la respuesta dependerá mucho de los gustos de cada quién, pero de acuerdo con los especialistas y baristas, si disfrutas de un sabor a café más fuerte, la opción ideal es la del capuchino, ya que, como explicamos en los puntos anteriores, los capuchinos normalmente tienen la mitad de la cantidad de leche al vapor que los lattes, por lo tanto se siente más el café.

Mientras tanto, si buscas una bebida más dulce, fácil de beber y no tienes problemas con el sabor de la leche ni tampoco con la cantidad extra de calorías, sin duda la opción ideal es la del latte. Su consistencia y carácter lo hacen ideal para beberse a cualquier hora del día, algo que rara vez pasa con otras bebidas hechas con café.

Como dato curioso, un estudio hecho por la famosa psicóloga clínica Ramani Durvasula sobre la personalidad, mencionaba que los bebedores de latte normalmente eran personas amigables y fáciles de tratar, mientras que los de cappuccino tenían personalidades más controladoras y obsesivas. ¿Será cierto?

Conclusión

Para recapitular y que nos quede clara la diferenciabidas entre ambas bebidas.

  • El cappuccino está compuesto por una parte de espresso, una de leche semivaporizada (también llamada crema de leche) y microespuma.
  • El latte es básicamente cualquier bebida de café que contenga leche.
  • Los capuccinos tienen un sabor a café entre medio a intenso.
  • Los lattes son más suaves y tienen un sabor dulce natural.
  • Los cappuccinos fueron inventados en Italia en la primera década de 1900.
  • Los lattes han existido desde hace siglos.
  • Muchas cafeterías mezclan ambos términos de forma indistinta, aunque los cierto es que ambas bebidas son diferentes.

Ahora ya sabes la diferencia. ¿Qué te pareció?

Fuentes:

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¿Cuál es la diferencia entre el vino tinto y el blanco?

El vino es sin duda una de las bebidas más conocidas y consumidas en el mundo. Si bien, en esencia es una bebida alcohólica hecha con jugo de uva, en realidad tiene muchas variedades y estilos diferentes.

Entre todos los tipos de vinos más conocidos están el vino tinto y el blanco. Pero ¿qué es lo que los hace diferentes?

En este artículo te traemos la respuesta para entender los diferentes tipos de vino.

Pero ¿qué es el vino y cómo se hace?

Antes de entrar de lleno en la explicación, es importante comprender la definición de lo que es el vino y su proceso de fabricación.
En términos generales, el vino es un tipo de bebida hecha con jugo fermentado de uva que suele añejarse en barriles de madera. Para realizarse, lo normal es aplastar las uvas recién cosechadas para extraerles el jugo. Mientras tanto, muchos tipos de vino pueden tener pasos extra durante el proceso, o también se le suelen agregar o quitar sustancias para darle así sus elementos característicos.

Entonces, en resumen, todos los vinos se hacen de forma similar, solo que hay pequeños cambios durante el proceso o en los ingredientes, lo que los hace diferentes.

Por qué el vino es rojo o tinto

Si alguna vez te has preguntado el porqué el vino tinto tiene ese color, en realidad, la razón principal va a depender de cada vino, aunque normalmente se debe a la piel de la uva.

La mayoría de los vinos tintos comerciales se suelen elaborar con diferentes tipos de uva que son de color oscuro, incluso algunas parecen negras. Sin embargo, si aplastas estas uvas, verás que el color que sale es más bien claro, por lo que en sí no es la uva lo que le da el tono.

Entonces ¿Por qué tienen ese color? La respuesta es la siguiente:

Durante la elaboración del vino, específicamente durante el proceso de fermentación, el jugo casi transparente que queda al aplastar las uvas se mezcla con las pieles rojas (también llamada hollejos), dando como resultado el color tan característico que conocemos.

Es decir, el proceso es como si pusieras una bolsa de té en una taza con agua caliente. Luego de unos cuantos minutos después de estar dentro de la taza, el color del agua cambia completamente.

Por cierto, este proceso no solo le da el color tan característico que conocemos, sino que también se puede decir que es el responsable del sabor, parte del olor e incluso muchos beneficios a la salud que tendrá el producto final.

Cómo se hace el vino blanco

En ocasiones, tanto el vino blanco como el tinto están hechos por uvas similares. Por ejemplo, el famoso champán se hace con una uva roja llamada Pinot Noir. Entonces, como puedes imaginar, muchas veces lo que hace que sean diferentes al final, está en el proceso de fabricación.

En casi todos los vinos blancos, cuando las uvas se prensan, el paso siguiente es quitarle –además de las semillas, ramos y hojas– la piel de la uva. Con esto, se evita que los pigmentos que tiene los termine absorbiendo el jugo.

Por cierto, como se mencionó en el punto anterior, la piel suele ser la parte que da más beneficios a la salud en el vino, por lo que se dice muchas veces que el vino tinto es mejor para la salud que el blanco, aunque esta idea hay que vera “entre comillas”, como se verá en los siguientes puntos.

Cuándo se toma el vino blanco

Siguiendo la tradición, el vino blanco puede tomarse en cualquier momento del día y se lleva bien con casi cualquier comida, aunque algunos especialistas lo recomiendan con comidas que son más ligeras para no afectar el sabor.

Entre los alimentos con los que mejor se lleva: aves, mariscos (camarones, cangrejos y langostas), pescados, quesos, ensaladas y aperitivos.

¿Y el tinto?

En cuanto al vino tinto, la respuesta suele ser un poco diferente dependiendo el tipo que se elija.

Por regla (casi) general, muchos combinan el vino tinto con sabores más condimentados debido a su sabor más fuerte. Como regla general, la comida que selecciones debe ser tan “fuerte” como el vino.

Por ejemplo:

Vinos como el Merlot se llevan bien con platos como el pavo y el pollo al horno. Mientras tanto, el Cabernet Sauvignon se suele comer con carnes rojas y langostas.

Componentes nutricionales

El vino es de esas bebidas que los últimos años se le ha agregado en la categoría de “benéfico para la salud”. Pero ¿qué tan cierto es esto? Bueno, la respuesta es que, de acuerdo a la sociedad de ASDASDASD, lo mejor para la salud es no beber ningún tipo de alcohol.

Sin embargo, dejando un poco de lado que las bebidas alcohólicas no tienen un beneficio como para que realmente las recomienden los médicos (o al menos los más responsables), estos serían los serían los elementos nutrimentales más importantes:

Vino Blanco Tinto
Calorías 120 127
Grasas 0 0
Azúcares 4 g 4g
Vitamina B (12 y 6) 3.8% 4%

Cómo se puede observar en la tabla, en teoría tanto el vino blanco como el tinto tienen los mismos componentes nutrimentales.

Lo que sí se ha podido observar a través de distintas investigaciones, es que el vino tinto tiene ligeramente un mayor porcentaje de vitaminas. En el caso del blanco, tiene la ventaja –y más si quieres bajar de peso– de tener un contenido calórico relativamente menor.

Beneficios para el corazón del vino tinto

A lo largo de las últimas décadas se han hecho distintos estudios en los que se buscaba una correlación entre la disminución de sufrir enfermedades cardiacas con el tomar vino tinto de manera habitual.

Lo que se ha encontrado son diferentes tipos de resultados. Es decir, algunos dicen que no tiene una influencia directa, mientras que otros lo ven como un posible complemento.

Sin embargo, lo que si se ha demostrado es que el vino tinto tiene componentes que son antiinflamatorios y antioxidantes, es decir, que pueden tener un efecto positivo a un mediano plazo. Aunque, como se mencionó anteriormente, el vino no se considera como un sustituto de ningún medicamento, ni tampoco se incentiva su consumo en personas que no beben.

¿Cuál es mejor para la salud?

Si se toman como base las investigaciones que se han hecho, el vino tinto suele ser más benéfico para la salud que el blanco, gracias a sus propiedades antioxidantes y antiinflamatorios.

Sin embargo, siguiendo con la premisa de los puntos anteriores, el alcohol no te da un beneficio real para la salud, por lo que no hay que tomarlo como una panacea.

En todo caso, si eres de los que toma de vez en cuando una copa de vino, el vino tinto puede ser ligeramente mejor que todos los demás. Así que tómalo en cuenta.

Hay muchos más tipos de vino

Lo más normal cuando uno piensa en vino es en el blanco y en el tinto, sin embargo, en realidad hay muchos tipos más que probablemente no conocías.

Entre los más habituales, además de los ya mencionados, están los rosados, espumosos y de postre.

Los vinos rosados están hechos habitualmente con las mismas uvas que se usan en la fabricación del vino tinto. En cuanto a su fabricación, se le dejan por algunas horas las pieles de las uvas, para que así adquiera su color característico.

Mientras tanto, los vinos espumosos son un tipo de vino gasificado que cuenta con burbujas de dióxido de carbono. En cuanto a su fabricación, por lo general dependerá del proceso del vino, pero el más común es dejar fermentar el líquido y agregar una pequeña cantidad de levadura para generar la espuma. El más conocido de los vinos espumosos es el champán.

Por último, el vino de postre o dessert en inglés, es aquel que se deja fermentar de forma parcial, lo que da como resultado una bebida dulce. Entre los más conocidos de este tipo están el Porto y el Jerez.

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18 cosas que no sabías sobre la Primera Guerra Mundial

La primera guerra mundial fue uno de los acontecimientos más importantes del siglo XX. Durante 1914 hasta finales de 1918, no solamente hubo cambios en la geografía de Europa, sino que también se dieron muchos avances científicos y cambios sociales que hasta el día de hoy tienen efecto.

Dejando de lado los datos más comunes que aparecen en los libros de historias o en los documentales de televisión ¿qué tanto conoces sobre la primera guerra mundial?

Por esa razón el día de hoy te traemos 18 datos curiosos e importantes que quizás no conozcas sobre este conflicto.

[lista n=1] Por mucho tiempo se llamó “Gran Guerra Europea”

Antes de llamarse “Primera Guerra Mundial”, como era de esperar, el conflicto tenía otro nombre. En Estados Unidos se le consideraba como «Guerra Europea», mientras que en Reino Unido y en otros países de la región se le conocía simplemente como “La Gran Guerra”.

Con el pasar de los años se le terminó llamando con algunos de estos dos nombres, pero luego de la Segunda Guerra Mundial, se le empezó a llamar como “Primera Guerra Mundial”.

¿Lo sabías?

[lista n=2] Más de 30 países participaron

Si bien la historia nos muestra normalmente solo a 4 ó 5 países, en realidad participaron más países de los que muchos imaginarían

En estos 4 años, 30 naciones participaron de alguna forma en el conflicto. La mayoría de estos se terminó uniendo al lado de los Aliados, como lo fue el caso de Rusia, Francia, Serbia, Gran Bretaña, Italia y del otro lado del atlántico, Estados Unidos y Canadá. Mientras que del lado contrario estaban Alemania, Austria-Hungría, Bulgaria y el Imperio Otomano.

Por lo tanto, este conflicto que parecía ser uno más entre la larga lista de guerras europeas, se convirtió rápidamente en una guerra global de imperios y potencias.

[lista n=3] Ocasionó la caída de 4 imperios

Entre las consecuencias inimaginables de la guerra fue la caída de cuatro de los imperios más grandes e importantes de la época: el otomano, austrohúngaro, alemán y el ruso.

Para los imperios de las potencias centrales (otomano, austrohúngaro y el alemán), perdieron impulso y sufrieron graves sanciones por parte de los países aliados. Al final esto causó su caída.

En el caso del imperio ruso –que estaba en el lado de los aliados– ya tenía muchos problemas internos, entonces la guerra los agudizó y ayudó a impulsar la revolución rusa.

[lista n=4] Es el sexto conflicto más mortífero en la historia mundial

La primera guerra mundial se considera como la primer gran guerra moderna en occidente por todos los avances tecnológicos que hubo. Si bien el conflicto duró relativamente poco tiempo –es decir, poco más de 4 años– hubo una cantidad de bajas y devastación nunca antes vista.

De acuerdo con las estadísticas generales, la primera guerra mundial es el sexto conflicto más mortífero de la historia, dejando entre 15 a 22 millones de muertos. El único conflicto en occidente que la supera es la Segunda Guerra Mundial.

[lista n=5] Una tercera parte de los muertos fueron por la gripe española

Precisamente, durante la guerra fue cuando estalló la pandemia de la llamada “gripe española”, que por cierto, ni siquiera era originaria de España, pero se le conoce así por el hecho de que fue de los pocos países que se atrevieron a publicar información sobre la enfermedad.

Se estima que al menos una tercera parte de las bajas militares fueron a consecuencia de la gripe y no de las armas o los bombardeos.

Por cierto, existe la teoría de que la pandemia realmente se originó en la base militar estadounidense de Fort Riley.

Quién lo diría.

[lista n=6] Fue el inicio de la guerra química

Durante la Primera Guerra Mundial se utilizaron más de 20 tipos de gases venenosos diferentes, algunos más efectivos que otros. Incluso a los soldados se les decía que se cubrieran la cara con un paño empapado en orina en caso de emergencia.

Ya para el último año de la guerra, las máscaras antigás con respiradores con filtro se empezaron a entregar a la gente en las trincheras. Estas eran relativamente efectivas y brindaban una protección considerable.

Como era de esperar, por lo terribles que eran las muertes causadas por estos gases, después de la guerra muchos países firmaron tratados prohibiendo las armas químicas. El gas mostaza nunca se uso en la Segunda Guerra Mundial.

[lista n=7] La primera y la segunda guerra mundial algunos las consideran como una sola guerra

Como comentamos en el artículo de cosas que no sabías de la segunda guerra mundial, para muchos historiadores y estudiosos, la primera y la segunda guerra mundial en realidad son la misma guerra, ya que se dieron en periodos consecutivos y sus causas estaban totalmente relacionadas.

La única razón por la que la mayoría separa ambos conflictos fue por un periodo de relativa estabilidad de 10 años y que algunos países cambiaron de bando. Aunque si somos honestos, ambos son parte de un conflicto mucho más amplio.

[lista n=8] Los tanques de combate se llamaron así por casualidad

Los tanques se volvieron el vehículo por excelencia de esta guerra, aunque en su origen se les llamaba de forma distinta.

En un inicio, a estos vehículos se les llamaron «barcos terrestres», ya que tenían un parecido en su equipamiento a los barcos de guerra. Sin embargo, en un intento de esconderlos del enemigo, los británicos los dejaron junto con unos tanques de almacenamiento de agua, así que cuando decían el código «tanques», hacían referencia a los carros de combate.

[lista n=9] La ofensiva de Alekséi Brusílov fue una de las más letales de la historia

A lo largo de los 4 años hubo muchas batallas, sin embargo, hubo una ofensiva que causo casi el 20% de las bajas totales de la guerra, ¡en solo 2 meses!

Esto sucedió en 1915 durante la llamada Ofensiva Brusilov, dirigida por el general ruso del mismo nombre, Aleksey Brusilov, contra las fuerzas austrohúngaras.

La historia dice que el ejercito ruso se preparó de una forma meticulosa para el asalto, al punto de que utilizaron replicas de tamaño real de los soldados enemigos para entrenar. Cuando fue la hora de la verdad, el ejercito comandado por Brusilov conquistó territorios de forma muy rápida y terminó prácticamente destruyendo el imperio austrohúngaro.

Se dice que si el imperio ruso no hubiera tenido tantos problemas internos y hubiera aportado más recursos al ejercito, lo más probable es que ellos solos hubieran ganado la guerra.

[lista n=10] Alemania trato de persuadir a México invadiera Estados Unidos

O bueno, al menos lo tenían planeado.

Según se menciona en el libro “Causas y Consecuencias de la Primera Guerra Mundial” de Raintree Steck-Vaughn, en 1917, un mensaje descifrado por el ejercito británico mostraba las intensiones de Alemania al otro lado del atlántico. En el telegrama escrito por Arthur Zimmermann, secretario de relaciones exteriores alemán, le comentaba al embajador de Alemania en México de que intentara convencer al gobierno local de invadir Estados Unidos.

Como era de esperar, los británicos utilizaron este mensaje más adelante para convencer a Estados Unidos de que participara en la guerra.

[lista n=11] Un niño de 12 años terminó alistándose

Una de las historias más interesantes que dejó la guerra fue la de Sidney G. Lewis, un niño de 12 años que terminó en el ejercito.

Por datos recopilados se sabe que Lewis se alistó en el ejército británico en agosto de 1915 y, en junio de 1916, ya estaba luchando en el frente occidental de Francia como parte de la 106ª Compañía de Ametralladoras.

Si bien, al inicio hubo dudas sobre la veracidad de la historia de Lewis, los registros del ejército lo confirman: el niño afirmó tener 19 años y trabajar como sastre. Los médicos militares le hicieron un examen general y luego fue aceptado.

Lewis murió en 1969.

[lista n=12] Los chinos fueron figuras importantes para la victoria de los aliados

Aunque pocas veces eran mostrados en los homenajes de héroes de guerra, en realidad los voluntarios chinos fueron fundamentales para la victoria de los aliados, ya que ellos prepararon las trincheras y el armamento.

El profesor Seán Lang, comenta al respecto:

“Nunca te has preguntado quién llenó realmente todos esos sacos de arena que vemos en las fotografías de las trincheras, o quién cargó las armas, municiones y alimentos en camiones o trenes. Las respuestas a estas preguntas es sencilla: el Cuerpo Laboral Chino.,”

Este grupo de voluntarios originarios del campo, fueron enviados a Europa para cumplir un papel vital, pero casi completamente pasado por alto. Por cierto, muchos de ellos murieron a consecuencia de la gripe española.

[lista n=13] Se creó un país por accidente… o algo así

Entre las consecuencias más comunes de todas las guerras está el desplazamiento de personas y divisiones de territorios. En el caso de la primera gran guerra, no es la excepción.

En la contienda, las ciudades de Lorch y Kaub en Alemania, terminaron en un limbo administrativo. Si bien, esos territorios estaban entre la zona de influencia americana y francesa, al final quedaron fuera de ambas jurisdicciones, por lo que se convirtieron en un país por un periodo corto de tiempo llamado Freistaat Flaschenhals o “Espacio Libre Cuello de bottella” en español.

Al final este improvisado país se terminó uniendo a la federación alemana en la década de 1920. Aun así este error se ha quedado grabado en la historia.

[lista n=14] Causó la independencia de casi una docena de países

Con la caída de los cuatro imperios (ver en el punto número 3 de la lista), surgieron 5 nuevas naciones independientes en Europa: Polonia, Estonia, Letonia, Lituania y Finlandia.

Mientras tanto, con la caíde del imperio otomano, países de occidente como Francia y Reino Unido tomaron el control de Siria, Jordania, Irak y Palestina.

[lista n=15] Se construyó un París falso

Uno de los datos más curiosos y sorprendentes que dejó la Primera Guerra Mundial, fue sin duda la construcción de una versión falsa de París para evitar el bombardeo de los alemanes.

Durante la Primera Guerra Mundial hubo muchos avances en el armamento y en los medios de transporte, entre los que estaban los aviones y dirigibles. Aquellos curiosos artefactos –que nada se parecían a los que hay ahora– causaron terror entre los gobiernos a consecuencia de su gran potencial destructivo. Incluso el gobierno francés se dio a la tarea de construir una pequeña réplica de París, al norte de la ciudad, que contaría con monumentos emblemáticos como el Arco del Triunfo y los Campos Elíseos.

Paradójicamente este impresionante proyecto no sirvió de mucho, ya que se completó prácticamente al mismo tiempo en que se terminó la guerra. Poco tiempo después se derrumbó todo el complejo y quedó como una anécdota más de todo este conflicto.

[lista n=16] Usaban gorras de tela en vez de cascos los soldados

O bueno, al menos durante los primeros años.

Cuando pensamos en los uniformes de los soldados, es casi seguro que se nos vengan a la mente los característicos cascos. Sin embargo, durante los primeros años, no eran del todo frecuentes.

Para finales de 1915, el ejercito británico les dio –por primera vez en la historia– cascos a sus soldados. Por cierto, los soldados alemanes los llamaban “ensaladeras” a consecuencia de su peculiar forma.

[lista n=17] En Reino Unido se prohibió lanzar arroz en las bodas y alimentar a las aves

En la guerra hubo muchos momentos de escasez en los que la comida se tuvo que racionar. En Reino Unido, por ejemplo, se prohibió durante buena parte del conflicto tirar arroz en las bodas o alimentar a las aves con maíz.

También hubo otras prohibiciones curiosas, como el que no estaba permitido comprar binoculares ni tampoco se podía hablar un idioma extranjero por teléfono.

[lista n=18] Se celebra el fin de la guerra en una fecha que realmente no es el fin de la guerra

Si bien, tradicionalmente se considera el fin de la Primera Guerra Mundial con el Día del Armisticio, el 11 de noviembre de 1918, lo cierto es que para ese momento todavía había batallas fuera de Europa.

Para noviembre de 1918, un ejercito liderado por Paul von Lettow-Vorbeck de más de 3,000 hombres, estaba en la toma de la colonia británica de Rodesia del Sur, en África. Luego de aproximadamente 15 días, llegó la noticia del Armisticio y el fin de la guerra en Europa, por lo que se detuvo así el último enfrentamiento de la guerra para diciembre de ese año.

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Curiosidades

15 cosas que no sabías sobre Tonga

El archipiélago de Tonga es uno de esos lugares que probablemente el 99% de la población no conocía hasta que de repente salió una noticia que los puso en el mapa.

En este caso, el día 15 de enero del 2022, se dio una de las mayores explosiones jamás registradas por los satélites luego de la erupción de un volcán submarino, que al final terminó causando un tsunami que afectó prácticamente toda la costa del pacífico.

Sin embargo, dejando de lado este lamentable evento, Tonga es también un lugar muy interesante que cuenta con cultura, historia y decenas de datos curiosos.

Así que el día de hoy te traemos una lista de datos interesantes que seguramente no conocías sobre Tonga.

Es un reino

Tonga es probablemente uno de los pocos países que quedan en el mundo que todavía son una monarquía. Desde el año 1945 –cuando se estableció la constitución de Tonga– se definió como la figura de poder del estado al rey o reina.

Para ser elegible, los monarcas tienen que pertenecer a la dinastía Tupou. Por cierto, desde que existe esta figura, han tenido 6 gobernantes distintos.

Fue una colonia británica, o algo así

Como sucedió en casi toda esta zona del planeta, Tonga fue una colonia europea.

Desde 1900 hasta 1970, el reino tuvo un estatuto de “estado protegido” del imperio británico, a consecuencia de disputas internas y una posible intervención militar de los alemanes.

Curiosamente a pesar de estar en protección del gobierno británico, Tonga pudo mantener su soberanía de forma relativamente intacta, incluso manteniendo la figura de su propio rey. Por lo tanto, muchas veces nos se considera como una colonia.

Hoy en día es parte de los países de la Commonwealth (organización de ex territorios del imperio británico)

Tiene dos idiomas oficiales

Los dos idiomas oficiales en Tonga son el inglés y el tongano.

En cuanto al tongano, es una lengua muy parecida a otros idiomas polinesios como el hawaiano, niuean y el maorí. Respecto a su alcance, es el idioma cotidiano de casi toda la población, mientras que el inglés es el que se usa comúnmente en la educación y en los trabajos.

Pese a mantener su cultura, es un país cristiano y muy conservador

Una de las particularidades de Tonga es que tiene una sociedad muy conservadora y de base cristiana (99% de la gente son cristianos). Incluso casi no hay nada abierto los domingos. Por cierto, de acuerdo con Lonely Planet, no es buena idea salir a nadar los domingos ya que puede considerarse como “provocador” y de “mal gusto” por los locales.

Como dato curioso, en la bandera del país hay una cruz que representa la crucifixión de Jesús.

Es el país más mormón del mundo

Se estima que el 50% de la población pertenece a la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, o también conocidos como mormones. Por lo tanto, se puede deducir que es el país más mormón del mundo.

Tiene un nombre de dominio muy codiciado

El nombre de dominio del país –es decir la extensión de las direcciones de internet (por ejemplo, .mx, .ar, .es, etc)– es .to.

Este nombre, aunque no lo parezca, es muy buscado en idiomas como el inglés ya que es equivalente a la preposición “to”, por lo que suele usarse mucho en acotadores de urls o en servicios de reedireccionamiento. Asimismo, se usa bastante en negocios y servicios locales de ciudades como Toronto, Canadá y Turín, Italia.

Esta entre los primeros países que reciben el año nuevo

Al igual que otras naciones del océano índico, Tonga es uno de los tres primeros lugares en el planeta que reciben el año nuevo, junto con Samoa y Kiribati.

Parte de su economía se sostiene por los sellos postales

Los sellos o estampillas postales de Tonga son muy apreciados por los coleccionistas, en especial aquellos que tienen gran colorido y son de edición limitada.

Como dato curioso, Tonga emitió los primeros sellos autoadhesivos del mundo.

Es uno de los países con mayor índice de obesidad del mundo

De acuerdo con datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS por sus siglas), es uno de los países con mayor porcentaje de población con obesidad. Para ser exactos, es el país número 8 del mundo del ranking.

Las cifras oficiales arrojan que el 78% de la población tiene una cantidad considerable de sobrepeso, así que 8 de cada 10 personas sufren obesidad.

Por cierto, este fenómeno no solo se limita a Tonga, ya que las 15 naciones con mayores problemas de obesidad están en el pacífico.

Es de los lugares con mayor actividad volcánica submarina

Tonga se encuentra en una de las partes centrales del cinturón de fuego del pacifico, por lo que en la actualidad cuenta con al menos 4 volcanes submarinos de alta peligrosidad.

Uno de los eventos más sonados –aparte del de enero del 2022– sucedió en 2009, cuando un terremoto submarino de 8.9 grados en la escala de Richter, causó un tsunami en toda la zona. El incidente al final causó la muerte de 10 personas y una gran cantidad de aldeas destruidas.

Sigue creciendo su territorio

Como se mencionó en el punto anterior, Tonga tiene mucha actividad volcánica submarina, por lo que las constantes erupciones a lo largo de la historia han hecho que el archipiélago siga creciendo.

Una de las últimas islas se creó en el 2014 luego de una erupción submarina. Esta isla fue nombrada como Hunga Tonga-Hunga Ha’apai.

Tiene un Stonehenge

Al igual que las ruinas británicas, Tonga tiene su “propia versión” de Stonehenge. Que por cierto, no solo se parece en la forma, sino también en su historia.

La misteriosa estructura de piedra de Ha’amonga ‘a Maui (La carga de Maui), no se sabe a ciencia cierta su origen. Algunos arqueólogos consideran que se construyó en el siglo XII en la dinastía de Tuʻi-tā-tui, mientras que otros dicen que fue construido por antiguos exploradores chinos.

Suelen tener al atleta más conocido de las inauguraciones de los Juegos Olímpicos

En los Juegos Olímpicos de Río 2016, el taekwondoín de tonga Pita Taufatofua saltó a la fama por romper las reglas oficiales al ir sin camisa durante la ceremonia de apertura. Las escenas se volvieron virales rápidamente, al punto de que se terminó convirtiendo en una de las imágenes más icónicas de los juegos de este año.

Por cierto, el mismo Pita Taufatofua también participó en los Juegos Olímpicos de Invierno de 2018 en Seúl, pero ahora en la competición de esquí de fondo. Como era de esperar, apareció sin camiseta, nada más que ahora la temperatura era -2 °C.

En los juegos olímpicos de Tokio 2020, Pita igualmente participó y repitió su tradición de ir sin camiseta en la inaguración.

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Comida

Datos curiosos del café cappuccino

El cappuccino es una de las bebidas hechas con café por excelencia y también una de las favoritas de la mayoría.

Y no es de sorprender su popularidad. Gracias a ese equilibrio entre la cremosidad de la leche y su espuma, con el cuerpo y la intensidad del espresso, hace que sea una de las bebidas más pedidas en las cafeterías, incluso por aquellos que no les gusta el café.

Pero ¿qué tanto sabes sobre los cappuccinos? En este artículo te traemos una lista de curiosidades y datos interesantes acerca de esta bebida.

[lista n=1] Origen

El conceso sobre el origen verdadero del cappuccino sigue en discusión hoy en día, ya que algunos aseguran que el nombre y el concepto realmente nació en algún momento del siglo XIX en Austria y no en Italia como muchos aseguran.

Sin embargo, la bebida moderna que tal cual conocemos, sí tiene una historia clara e incluso una fecha de nacimiento.

En el año 1901, un hombre llamado Luigi Bez, patentó una novedosa máquina para preparar café a base de vapor que permitía crear bebidas inimaginables hasta ese momento. Entre esos experimentos nació lo que conocemos hoy en día como “cappuccino estándar”, que es básicamente un espresso hecho con 7 a 9 bares de presión, acompañado con una ligera capa de leche espumada.

Todo lo que pasó después, es historia.

[lista n=2] Qué significa cappuccino

Si lo traducimos al español, cappuccino básicamente significa “capucha” (sí, lo que se pone en la cabeza cuando traes una capa).

De acuerdo con algunas teorías, el nombre de la bebida surge por la semejanza del color del café con las túnicas de los monjes cappuccinos, aunque esta teoría sigue en discusión ya que no son tan parecidos.

[lista n=3] Como se debe escribir

De cuerdo con la forma de escribir tradicional, debería ser “cappuccino”, aunque según la RAE, también se puede escribir como se escucha, así que puedes escribirlo como “capuchino” sin ningún problema.

[lista n=4] Popularidad

El cappuccino o mejor dicho, “cappuccini” (así se le conoce en Italia) era una bebida relativamente popular en cafés de ciudades italianas como Roma o Milán, sin embargo, fue hasta la Segunda Guerra Mundial cuando las máquinas de espresso se volvieron más sofisticadas, potentes y económicas. Por lo tanto, en un abrir y cerrar de ojos, estos artilugios acabaron en todas las cafeterías a lo largo del país.

En poco tiempo, el cappuccino se volvió parte de la cultura de las personas, al punto que muchos de los inmigrantes italianos se llevaron esa costumbre al resto del mundo.

Hoy en día puedes pedir un cappuccino en prácticamente cualquier lugar del mundo, incluso no necesitas gastar en una costosa máquina de espresso para hacértelo.

[lista n=5] Características

El cappuccino estándar se compone de dos elementos principales: espresso y leche vaporizada.

Para realizar un cappuccino se requiere una taza estándar de 125 ml o 5 onzas, y un shot de espresso de unos 25 ml aproximadamente o uno dobre de 50 ml. Luego de que ya está listo el café, se le agrega la leche entera espumada –o también llamada “crema de leche”– y listo, tenemos nuestro cappuccino.

Por cierto, según algunos conocedores y baristas más puristas, si no se cumple con estás características, realmente no es un cappuccino lo que se hizo, sino un latte, macchiato, flat white, etc. Por lo tanto, si somos estrictos, no existe como tal un cappuccino “grande” o “venti”.

[lista n=6] Es una bebida solo para el… ¿desayuno?

Si estas en cualquier parte del mundo, es casi seguro que puedas pedir un cappuccino a cualquier hora del día sin que te vean raro, sin embargo, en Italia las cosas pueden ser un poco diferentes.

De acuerdo con la tradición, el cappuccino es una bebida para el desayuno. Es decir, por lo regular solo se sirve de 6 a 11 am.

Aunque eso no significa necesariamente que sea un sacrilegio ordenar un cappuccino a las 8 de la noche –y más si eres extranjero– sino que en una cafetería real italiana rara vez vas a ver a un local pidiéndolo después de las horas de la mañana.

[lista n=7] Cappuccino o latte

Tanto el cappuccino como el latte son dos bebidas de café que se originaron en Italia y tienen como ingredientes base el café y la leche. Aunque en teoría parecería que ambas bebidas son lo mismo (hasta tienen los mismos ingredientes), en realidad sí existen diferencias.

En primer lugar, el cappuccino –como se mencionó en la parte de las características– está compuesto por una parte de leche vaporizada y otra de espresso. Esa mezcla en conjunto hace que tengamos un café con una densa capa de espuma de leche en la superficie.

Mientras tanto, el latte o también traducido como “café con leche”, no necesariamente tiene tanta espuma, incluso el más tradicional no tiene ni siquiera leche vaporizada. Otra característica clave que hacen a los lattes diferentes a los capuchinos es que estos (por lo general) tienen más leche.

Por ejemplo, de acuerdo con Caffe Society, un latte tiene en promedio entre 4 a 6 onzas de leche por una de espresso, mientras que el cappuccino suele estar en una proporción 1 / 1 o 2/ 1.

Ahora ya sabes la diferencia entre estas dos bebidas.

[lista n=8] Cappuccino o flat white

El flat White es otra bebida que ha ganado cada vez más popularidad gracias a las cadenas de cafeterías. Pero ¿qué tan diferente es al cappuccino?

Para entender, vale la pena darnos una vuelta por su historia.

El Flat White tal cual lo conocemos, en realidad nace como una versión modificada del latte espumado en Australia, esto durante los años 80s.

Su característica principal es que está hecho con un espresso largo y una gruesa capa de microespuma en la parte superior, es decir, está a medio camino entre el cappuccino estándar y el café latte.

[lista n=9] ¿Y qué pasa con el macchiato?

En esencia, el macchiato o “café manchado”, es un espresso con dos o tres cucharadas de espuma de leche. En comparación con el cappuccino, se puede decir que es una versión más fuerte ya que no tiene tanta leche.

Por cierto, esto es lo que toman los italianos luego de las horas del desayuno, porque como recordarás, nadie en Italia toma cappuccino después de las 11 am.

También hay una versión muy conocida llamada “late macchiato”, aunque esta realmente es una forma de latte más que de cappuccino.

¿Lo sabías?

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Curiosidades

Los 12 productos de Apple más caros

Lista de los artículos más costosos que ha sacado a la venta Apple a lo largo de su historia

Apple siempre se ha caracterizado por tener productos costosos en comparación a otros fabricantes, incluso muchos se quejan de que están sobrevalorados, pero bueno, ese es otro tema…

Sin embargo, algo que es innegable es la gran calidad e innovación que normalmente ofrecen los productos de la manzana, por esa razón, a lo largo de sus casi 50 años, Apple nunca ha hecho productos baratos. ¿Pero alguna vez te has preguntado cuáles son los productos más caros que han sacado a la venta?

Dejando de lado a los artículos de colección que se han vendido en subasta por varios miles de dólares o rarezas modificadas, aquí te traemos una lista de los productos más caros que ha vendido Apple.

[lista n=12] Pro Display XDR (2018)

Precio: $7,999 USD

Este curioso monitor que a simple vista no tiene nada de espectacular y que fácilmente pasa desapercibido, es actualmente uno de los productos más costosos que puedes encontrar en las tiendas de Apple. Y no es para menos, su impresionante precio base de $4,999, hace que incluso sea más caro que las computadoras más potentes de Apple.

Originalmente el Pro Display XDR de resolución 6K y más de mil millones de colores, estaba destinado a profesionales de fotografía y edición de video que requerían trabajar con el aspecto más fiel y realista posible. Por lo tanto, no es un producto enfocado en lo absoluto al público masivo.

Por cierto, para aumentar todavía más la cuenta, el Pro Stand (la base del monitor con imanes), se vende por separado por $999 USD, por lo que en total podrías gastar hasta $8,000 USD por esta pantalla de escritorio.

[lista n=11] Apple PowerBook 3400 (1997)

Precio: $6,800 USD ($10,500 USD)

La Apple PowerBook 3400c fue la versión de gama alta de 1997 de la serie PowerBook.

Entre las particularidades de este modelo en comparación con los anteriores es que tenía un rendimiento muy similar a las Mac de escritorio de la época, pero en una computadora portátil de tamaño compacto (algo inimaginable para muchos).

En relación con el precio, la computadora con especificaciones más altas costaba $6,800 USD, o sea, $10,500 dólares actuales. Incluso sin el reajuste inflacionario, es la laptop más cara que ha sacado jamás Apple.

[lista n=10] Macintosh II (1987)

Precio: $5,000 USD ($12,000 USD actuales)

La Macintosh II fue la primera computadora modular que sacó Apple en al mercado y probablemente una de las más revolucionarias de toda la historia de la compañía.

Además de sus componentes de última generación, la Mac II también destacó por contar con una tarjeta de video a color y el lector SuperDrive floppies. Por lo tanto, se volvió en un objeto deseado no solo por las compañías, sino también por el público en general.

En cuanto al precio, la computadora con especificaciones más altas costaba alrededor de los $5,000 USD, es decir, $12,000 USD del día de hoy. Aunque al ser un modelo completamente modular, las personas podían comprar el CPU con especificaciones más básicas por menos de $2,000.

[lista n=9] Twentieth Anniversary Macintosh

Precio: $7,499 ($13,000 de la actualidad)

La Twentieth Anniversary Macintosh o simplemente conocida como TAM, fue un modelo lanzado en 1997 por Apple, para celebrar los 20 años de la primera versión de su famosa Macintosh.

Esta computadora de aspecto futurista no estaba dentro de alguna línea de productos en particular de Apple, sin embargo muchos aseguran que esta es la predecesora directa de las iMac actuales.

En cuanto a precio de salida, la Twentieth Anniversary Macintosh valía $7,499 USD, es decir, $13,000 USD de la actualidad (con ajuste inflacionario). Sin embargo, a los pocos meses de su salida y a consecuencia de las bajas ventas, se podía conseguir en tiendas por menos de la mitad de este precio.

[lista n=8] iMac Pro (2017)

Precio: $13,199

La iMac es uno de los modelos más queridos y apreciados por los fanáticos de la manzana. Y no es para menos, mezcla la potencia de una PC de gama alta con el diseño minimalista que siempre ha caracterizado a Apple.

Entre todos los modelos y generaciones que han salido de la iMac a lo largo de los años, hay uno en particular que destaca no solo por su diseño y prestaciones, sino también por su costo. Por supuesto que hablamos de la iMac Pro del 2017.

Esta computadora de tipo All in One, fue diseñada para profesionales que se dedican a la edición de video y audio, por lo tanto, tiene especificaciones top que ningún otro dispositivo de Apple ha tenido.

Actualmente ya está descontinuada, sin embargo, algunos rumores apuntan que en los próximos meses Apple anunciará una versión actualizada de la iMac Pro pero con sus nuevos procesadores de la serie M.

[lista n=7] Macintosh Portable

Precio: $7,400 USD ($16,400 actuales)

La Macintosh Portable es considerada por muchos como la primera laptop de Apple, aunque realmente para que funcionara era necesario conectarla a la corriente ya que la batería iba muy mal, incluso la quitaron en revisiones posteriores.

Con una pantalla LCD de 640 por 400 pixeles y 9 MiB de almacenamiento, esta computadora fue creada para competir con otras opciones en el mercado como la Atari STacy.

En cuanto a precio, costaba unos $7,400 USD, es decir, $16,500 actuales.

[lista n=6] Apple Watch (2017)

Precio: $17,000 USD

Este Apple Watch construido con materiales Premium como oro y zafiro, es el tope de gama de la serie.

Solo para darnos una idea de la magnitud del precio, un Apple Watch original cuando salió valía $349 USD en la página oficial de Apple. Así que este modelo “top” costaba exactamente 49 veces más que el modelo base. Una locura ¿no?

Para hacer una comparativa con otros relojes (incluso aquellos que no son smartwatches), este Apple Watch es más costoso que varios modelos de Rolex, Blancpain o Cartier.

¿Lo comprarías?

[lista n=5] Apple LaserWriter (1984)

Precio: $7,000 ($18,700 de la actualidad)

Por décadas, las impresoras laser eran solo un artilugio que compañías muy grandes o gobiernos se podían dar el lujo de adquirir. Sin embargo, a mediados de la década de 1980, Apple lanzó su propia versión “fácil de utilizar” y compacta: la Apple LaserWriter.

Aunque realmente no era para nada barata, si era fácil de configurar y utilizar. Incluso en la publicidad aseguraban que podías conectar cuantas computadoras Mac quisieras, sin la necesidad de hacer configuraciones complicadas.

Como dato curioso, muchos aseguran que utilizar esta impresora con los sistemas de aquella época, es hasta más sencillo que las opciones actuales.

[lista n=4] Macintosh IIci (1989)

Precio: $8,900 ($20,000 USD actuales)

Durante la década de 1980 y parte de 1990, Apple vendía una gran cantidad de modelos distintos de computadoras. Por ejemplo, en 1989, tenían a la venta 16 modelos distintos, nada que ver con los 6 modelos de la actualidad.

Entre esos muchos modelos estaba la Macintosh IIci o también conocida como Mac IIci, que era básicamente una PC de gama alta desarrollada a finales de la década de 1980.

En cuanto a hardware, a diferencia de otros de los modelos de Apple, esta contaba con tarjeta gráfica de tope de gama y un procesador completamente nuevo.

Su precio de salida era de $8,900 USD, o poco menos de $20,000 USD actuales.

[lista n=3] Macintosh IIfx (1990)

Precio: $12,000 USD ($25,519 USD actuales)

Como se mencionó en el modelo anterior, entre las muchas opciones que fabricaba Apple en los 80s estaba la Macintosh IIfx, una PC enfocada al mundo corporativo.

Para poner un poco en contexto, la IIfx realmente estaba diseñada para competir con estaciones de trabajo de IBM de aquellos años –que tampoco eran muy económicas– pero la gran diferencia es que aquellas computadoras eran bastante más potentes y fáciles de personalizar, así que al final la terminaron descontinuando.

Si se hace un ajuste al precio con la inflación, esta Macintosh nueva costaría unos $25,519 USD de la actualidad

[lista n=2] Lisa

Precio: $9,995 USD ($26,738 USD actuales)

La Apple Lisa fue una computadora lanzada al mercado por Apple en 1983.

En cuanto a componentes y software, era probablemente la computadora personal más sencilla de utilizar del mercado, sin embargo, por su alto precio y poca aceptación por parte de clientes corporativos, hizo que este modelo terminara siendo un gran fracaso comercial. Incluso, la razón por la que expulsaron a Steve Jobs de Apple fue en parte el proyecto Lisa.

Entre las razones más importantes por las que fracasó esta interesante computadora, fue sin duda su precio. Para 1984, Lisa costaba cerca de $10,000, que si lo pasamos a precio actual serían $26,738 USD.

Mención honorífica: Paño de pulido

Precio: $19 USD

Durante el 2021, uno de los memes más populares en el mundo de la tecnología fue sin duda el Apple Polishing Cloth. ¿Por qué razón? Sencillo, Apple literalmente sacó a la venta un paño de microfibra de casi $20 dólares.

De acuerdo con distintas pruebas el paño sí es de mucha calidad, es más, es el que viene incluido en el Pro Display XDR (por cierto, es el número 12 de esta lista). Sin embargo, si se tiene en cuenta que en Amazon o en otras tiendas puedes encontrar por $14 USD paquetes con 20 paños bastante parecido, sí parece una compra no muy justificable.

[lista n=1] Mac Pro (2019)

Precio: $54,000 USD (la opción con todos los accesorios incluidos)

Desde hace muchos años, las serie Mac Pro es la más potente entre las computadoras Apple. Aunque también existen otras computadoras enfocadas a los profesionales como lo son la MacBook Pro o la iMac Pro, esta serie en particular está creada para el uso exhaustivo, como generar renders en tiempo real o para editores virtualización de sistemas operativos.

Si bien, su precio base es de $5,999 dólares y prácticamente con eso es más que suficiente para la mayoría, como sucede con la mayoría de los productos de Apple, se le pueden agregar y mejorar los componentes a criterio del cliente.

En este caso, si agregamos las opciones top como 1.4TB de RAM, un procesador Intel Xeon de 28 núcleos, una tarjeta de video profesional Radeon Pro Vega II Duo, 8TB de almacenamiento en estado sólido, además de las rueditas y otros accesorios, daría un total de $54,000 USD. Por lo tanto, esto lo convierte en el producto más caro de toda la historia de Apple.

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Psicología

5 pasos lograr todos tus objetivos, según la ciencia

Guía apoyada por investigaciones y estudios para lograr tus metas

Las metas y los objetivos son algo bastante propio de los seres humanos, por ejemplo, es casi seguro que a inicio de año te hayas puesto algún objetivo como bajar de peso o aprender un idioma, o también puede que cada mes te llegue un correo de tu jefe con una lista de objetivos para ese periodo.

De forma paradójica, aunque el plantearnos metas es algo que traemos desde los genes, en realidad nos suele costar mucho trabajo lograrlas. Incluso, para comprobarlo, ve a una librería cualquiera y lo más seguro es que haya una estantería completa de libros de autoayuda con temas del tipo “Cómo lograr tus sueños” o “Conviértete en una persona exitosa en x número de pasos”.

Por fortuna, el tema de lograr las metas no es tan complicado de conseguir, ni tampoco requiere que gastes mucho dinero en libros de dudosa reputación para dar con la respuesta. Es más, hay muchas estrategias avaladas por investigaciones que te pueden ayudar a conseguir tus objetivos, como te mostraremos en el siguiente artículo.

[lista n=1] Mentalidad adecuada

No es de extrañar que la actitud y la mentalidad juegan un papel importante al momento de lograr nuestras metas y objetivos que nos hemos planteado, sin embargo, de acuerdo con un análisis de James Clear, es el factor que más impacto suele tener.

La explicación es simple:

Cuando una persona está realmente convencida de que puede lograr una meta, la probabilidad de procrastinar o dejar a mitad de camino el objetivo decrecen considerablemente. No es para menos, de acuerdo con una encuesta publicada en Psychology Today, una de las razones más comunes por las que las personas no cumplen sus objetivos es por la falta de convencimiento.

Así que la próxima vez que te plantees alguna meta u objetivo, trata de que sea realmente realista para ti.

[lista n=2] Identificar los problemas y sus causas

Prácticamente todas las tareas o actividades van a tener algún tipo de problema o inconveniente que nos pueda detener. En este caso, para aumentar la probabilidad de éxito, es necesario identificar esos “baches” en el camino y luego buscar sus causas.

Por ejemplo, si tu objetivo es convertirte en un doctor exitoso ¿cuáles serán los obstáculos o problemas que puede que enfrentes en el camino? En este caso, puede haber muchos obstáculos como la falta de tiempo para ir a la universidad, dinero, motivación, constancia, disciplina, etc. Ahora que ya sabes cuales son los problemas, es momento de identificar las causas, es decir: para la falta de tiempo, una causa común es no tener un plan correcto para organizarte; mientras que para el tema del dinero, es posible que no tengas un trabajo o ahorro suficientes.

De forma paradójica, es mucho más efectivo tener un diagnóstico de las causas que la misma solución. De acuerdo con el libro Principles de Ray Dalio, a través de diferentes investigaciones se descubrió que las soluciones basadas en diagnósticos ya definidos van a ser más certeras que aquellas sacadas en lluvias de ideas o en métodos más tentativos.

En este caso, la próxima vez que te plantees una meta, identifica los problemas que puedan existir y qué es lo que los ocasionan. Al final, aunque no te des cuenta, ahí encontrarás las soluciones.

[lista n=3]Tener un método definido

Como mencionamos en el artículo de Cómo evitar la procrastinación, una de las razones más habituales por las cuales las personas terminan postergando sus objetivos y/o actividades es la falta de definición al realizar las tareas. Por ejemplo, si tu objetivo es realizar ejercicio ¿Cuál ejercicio vas a hacer y por cuento tiempo? Si no tienes una respuesta clara, lo más probable es que termines postergando la actividad.

De la misma forma esto pasa con las metas, es decir, si no tienes un plan bien definido de “A” a “B”, hay una posibilidad muy grande que te quedes a la mitad del camino y lo abandones, ya que no sabes realmente lo siguiente que tienes que hacer.

Por lo tanto, siempre que te definas una meta, esta debería de tener algún método o roadmap de actividades; de preferencia que sea claro y específico.

[lista n=4] Visualiza y crea un sistema

Este punto, que está estrechamente relacionado con el anterior, nos dice que la visualización es una herramienta fundamental, no solo para tener una motivación adecuada, sino también para desarrollar un sistema o hábito.

Es decir, imagina a alguien, ya sea una persona que haya logrado tu objetivo o incluso tu mismo en un futuro. Ya que tengas esa imagen en mente, trata de responder las siguientes preguntas: ¿Cómo logro sus objetivos?, ¿Qué tareas realizo todos los días?

Al tener la respuesta a estas preguntas, es casi seguro que ya tengas la base para crear un sistema.

Ahora bien ¿qué es un sistema? Bueno, básicamente es una serie de hábitos o actividades diarias. Estas actividades, a su vez, pueden tener algún objetivo en particular o simplemente se vuelven en actividades cotidianas que se hacen sin pensar.

Al final, como se menciona en el famoso libro “Atomic Habits”, nosotros somos más reflejo de los sistemas que hemos adoptado, que las metas que nos hemos planteado.

[lista n=5] Ejecuta el plan

Si bien este punto es de lo más obvio y no requiere mucha explicación, aunque no lo creas, muchas personas lo pasan por alto o no le dan la importancia que merece.

El mismo Ray Dalio lo dice:

“Puede que tengas objetivos y planes muy bien diseñados e incluso validados por otras personas, sin embargo, esto es solo una parte ínfima del éxito ya que, si no se ejecuta, prácticamente te vas a quedar en el mismo lugar en el que estás”

Ahora que tengas ya tu plan, es momento de ejecutarlo, pero no es algo que debes realizar solo un día, sino que tienes que ser de lo más constante posible. Para validarlo, puedes ver la siguiente gráfica que se ha vuelto muy viral últimamente:

Y sí, como se puede ver, el trabajo constante no es lineal como muchos creen, pero al final tiene un comportamiento exponencial, es decir, crece de la nada sin que te des cuenta. Por lo tanto, trata de trabajar en tu objetivo de forma constante, incluso si es posible, de forma diaria.

Por cierto, para más consejos al respecto puedes ver nuestro artículo “20 Consejos sencillos para ser mucho más productivo

Conclusión

Los objetivos nos permiten crecer y ser la mejor versión de nosotros mismos. Sin embargo, para lograros es necesario contar con una mezcla de los siguientes aspectos: actitud adecuada, un plan, un sistema y trabajar de forma constante.

Recuerda, entre más sólidas sean tus razones, es más seguro que logres tu meta.

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Psicología

11 consejos paran dejar de procrastinar, según la ciencia

El concepto de procrastinación se ha puesto muy de moda los últimos tiempos, aunque realmente ha existido desde siempre. Pero ¿qué es y de qué se trata?

En términos sencillos, procrastinar es la acción de posponer, postergar o evitar realizar alguna actividad. Así de simple.

Normalmente estas actividades son de una urgencia baja o media –por ejemplo, tareas habituales, pero de poco interés– sin embargo con el paso de las horas o los días, pueden volverse urgentes, por ejemplo, estudiar un día antes de un examen muy importante. Al final, cuando esa actividad se vuelve muy urgente, puede causar angustia, estrés y arrepentimiento.

Si bien, la procrastinación suena fácil de superar (al menos desde el papel), en realidad hay personas que se acostumbran tanto a postergar sus tareas, que se vuelve un hábito no tan sencillo de romper. Sin embargo, por fortuna, con un poco de esfuerzo y algunos consejos, es relativamente sencillo superarla.

En este artículo te traemos 11 consejos para dejar de procrastinar, según la ciencia.

[lista n=1]No sobrepensar las cosas

Como dice el comercial de una importante marca deportivas “Solo hazlo”.

La causa más común al momento de procrastinar es la falta de motivación para realizar algo. Y sí, al final –en la mayoría de los casos– es la motivación el combustible necesario para realizar aquellas tareas que nos cuestan más trabajo.

De acuerdo con Med School Insiders, una fórmula que puede definir la motivación es la siguiente:

Motivación = (expectativas * valor) / (impulso inicial + retraso) * estado de ánimo

Aunque esta fórmula puede que te recuerde a tus clases de física de la secundaria, en realidad refleja algo muy importante: la motivación para realizar una actividad va a depender mucho del valor que le demos, el estado de ánimo y la cantidad de tiempo que estamos retrasando una tarea.

Así que, la mejor forma para aumentarla es eliminando las variables que hacen que disminuyan, entre ellas está las expectativas, el retraso y el estado de ánimo. Pero ¿Cómo eliminarlas? Sencillo, deja de pensar tanto y solo hazlo.

[lista n=2] Aplica la regla de los 5 minutos

Esta famosa regla que está documentada en libros como “Atomic Habits” o “Deep Work”, nos dice que: cuando no tengas ganas de realizar alguna actividad, trata de hacerla al menos por 5 minutos.

Si bien, el enunciado anterior es sencillo y no tiene muchas teorías detrás, en realidad es bastante más efectiva de lo que muchos pueden imaginar. ¿Por qué?

Normalmente la parte que cuesta más trabajo al hacer una tarea es el inicio, por lo que si se rompe esa barrera inicial, hay una probabilidad muy alta a que la completes.

Este pequeño cambio de mentalidad, en especial en tareas que sean muy aburridas o que lleguen a afectar nuestro estado de animo, puede marcar la diferencia. Inténtalo.

[lista n=3] Mantén las tareas lo más simples posibles

En este caso, si seguimos la premisa anterior de que “lo más difícil es iniciar”, podemos darnos cuenta de que para tener éxito hay que asegurarnos de que ese primer paso sea lo más sencillo posible. Para ello hay que tratar siempre que esa tarea o actividad sea simple y directa.

Un error común es tratar de sobreplanificar o marcarnos objetivos poco realistas, por lo que al darnos cuenta de que no estamos logrando lo esperado, es casi seguro que nos desanimemos y dejemos de realizar esa actividad. Así que, para evitar que suceda este problema, cuando planifiquemos siempre hay que tener en cuenta que “menos es más”.

Por cierto, una forma para comprobar que la tarea que podemos hacer es realmente sencilla, es dividirla en bloques cortos de tiempo, como sucede con el famoso método Pomodoro de los 25 minutos de trabajo y los 5 de descanso.

[lista n=4] Trabaja en secuencia

El enfoque en secuencia o de causa o efecto, es una de las formas de condicionamiento más útiles para realizar tareas que no nos interesan, pero que son importantes. Y a grandes rasgos ¿de qué trata?

El enfoque en secuencia consiste en que todas las actividades deben realizarse en un orden en particular y estas a su vez, no se pueden saltar (incluso aunque no tengan una relación directa). Por ejemplo, si quieres adquirir el hábito de hacer ejercicio por las mañanas, proponte que antes de tomarte una ducha, debes realizar por lo menos 30 minutos de ejercicio. O si quieres terminar de responder todos los correos electrónicos pendientes, plantéate que antes de ver tus mensajes de WhatsApp o las fotos de tu Instagram, debes responder la mitad de los emails.

Por cierto, para que este método tenga efecto, es recomendable que solo haya como mucho tres tareas relacionadas. En el caso de que las tareas no tengan mucha relación, siempre trata de poner primero la de mayor importancia y al final la más sencilla o disfrutable.

[lista n=5] Ponte plazos para terminar las tareas

calendario-entrega

Cómo se mencionó en el artículo anterior sobre “Consejos para ser más productivo”, el definir plazos de entrega/culminación –aunque sean artificiales– te permitirá tener una razón de peso para realizar cualquier tarea.

Por ejemplo, en tu época de estudiante era casi seguro que la mayoría de tus trabajos e incluso los exámenes, los preparabas en las fechas próximas a su vencimiento.

Este curioso fenómeno se le denomina como “Ley de Parkinson” y nos dice que una tarea durará tanto como el tiempo máximo asignado. Es decir, si tenemos que entregar algo en 2 meses, es casi seguro que utilicemos los dos meses. Mientras tanto, para ese mismo objetivo nos dan una semana como límite, lo más probable que lo hagamos en una semana.

Así que, la próxima vez que te plantees cualquier tarea, trata de que tenga una fecha límite de culminación.

[lista n=6] Elimina distracciones

Otro de los factores más comunes que tiene que ver con la procrastinación es el poco enfoque y exceso de distracciones.

Por ejemplo, es muy probable que en un momento que requiera mucha concentración, como puede ser estudiar para un examen o preparar un informe, te termines distrayendo con las notificaciones de tu WhatsApp o Facebook. Si te ha pasado esto, no te preocupes, en realidad es más común de lo que imaginarías.

Asimismo, las distracciones pueden convertirse en una excusa para no realizar las tareas que tenemos que hacer, así que, si eres una de aquellas personas que les cuesta trabajo completar algún objetivo o actividad, tal vez sea por el exceso de distracciones que tengas.

[lista n=7] Convertirlo en un hábito

En puntos anteriores se mencionó del poder de la motivación. Aunque es verdad que es un poderoso impulso, hay que tener en cuenta que es un “boost” temporal que solo te va a funcionar por tiempo limitado.

Por ejemplo, muchas personas a inicio de año, tienen bastante motivación para realizar ejercicio o mejorar su estilo de vida. Si bien, durante las primeras semanas estas personas pueden llegar a lograr un avance significativo, con el pasar de los días esas ganas van disminuyendo, al punto que la mayoría de ellos terminan abandonando sus metas a medio camino.

Para evitar que te pase esto, la única opción viable es que esas tareas no tan “interesantes” y “disfrutables” se terminen convirtiendo en hábitos. Es decir, que las empieces hacer sin la necesidad de tener algo que te motive a hacerlas.

Entonces ¿cómo convertir esa tarea en un hábito? Aquí te van algunos consejos:

Repetición
De acuerdo con la Dra. Susan Weinschenk en la revista Psychology Today, la mejor forma de que una tarea se convierte en hábito es que se repita un número frecuente de ocasiones, de tal forma que se adquiera una memoria muscular y sentido de familiaridad al realzarla.

Tener un horario definido
Como comenta Jame Clear, una de las claves para adoptar un hábito es hacerlo siempre a una hora o un momento ya establecido. Es decir, cuando es una hora o momento del día en particular, el cerebro lo interpretará como una señal inconsciente para realizar esa actividad.

[lista n=8] Dolor > placer

Como se mencionó anteriormente, la motivación es útil en cierto sentido para ayudarnos a realizar diferentes actividades a cambio de placer momentáneo. Sin embargo, esta estrategia puede ser incluso más efectiva si se adopta un enfoque contrario, es decir: si no realizas esa actividad, te va a causar mucho dolor.

El dolor es un mecanismo evolutivo que nos ha permitido sobrevivir, ya que sirve como “alerta” sobre cosas peligrosas o que nos están haciendo daño en ese momento. Por ejemplo, si comes algo en mal estado, el dolor de estómago te va a servir para identificar qué es lo que te ha hecho daño y como evitarlo en un futuro. O si te duele una pierna, es una forma de que tu cuerpo te dice que no la muevas para no hacerle más daño.

En el caso de la motivación y la procrastinación, el dolor también puede ser bastante útil. Es más, diversos estudios apuntan que la sensación de peligro y el dolor tienen mayor impacto en la toma de decisiones que el placer y el confort.

Entonces, ¿Cómo utilizar esta estrategia a tu favor? Sencillo, pregúntate: “¿Qué es lo peor que me pasaría si no lo hago?”

Por ejemplo, si no realizas ejercicio de forma regular, tu cuerpo se irá deteriorando y aumentará la probabilidad de que te enfermes gravemente. O si no quieres estudiar para un examen importante, puede que no consigas el trabajo que tanto hayas deseado.

[lista n=9] Inspírate en otras personas


Una de las formas más comunes y efectivas de motivación es el utilizar ejemplos a seguir; y no es para menos, el tener una imagen de alguien que ha hecho algo a lo que tu aspiras, prácticamente te dará un impulso que muy pocas otras fuentes de motivación te darán.

De acuerdo con un estudio hecho por el centro de Cyber Vision en diferentes escuelas en la bahía de San Francisco, el contar con un ejemplo palpable y descriptivo, ayudó a incrementar en casi un 50% la probabilidad de que los estudiantes pudieran lograr mejores calificaciones. Este enfoque a su vez se ha aplicado en grupos de estudiantes con rendimiento escolar por debajo del promedio y casi el 90% de ellos tuvieron una mejora igual o incluso mayor al promedio general.

Así que no está de más encontrar inspiración en otros de vez en cuando.

[lista n=10] Sigue un plan establecido

Los planes, guías o los roadmaps ya establecidos –aunque muchas veces son menospreciados– en realidad son excelentes para personas que tienen problemas de procrastinación.

Desde una rutina definida del gimnasio, hasta el plan de estudios/temario de una universidad, este tipo de programas dan mucha certidumbre sobre el camino correcto a seguir. Por lo tanto, es menos probable que te desmotives y postergues.

Asimismo, cuando se cuenta con un plan definido, se cumple con algunos de los consejos mencionados anteriormente, como lo son el tener objetivos claros y fechas de entrega. Es más, por eso mismo mucha gente que estudia por su cuenta, termina regresando a la universidad.

[lista n=11] No te castigues si procrastinas

Puede que suene algo contradictorio, pero procrastinar no es del todo malo. Aunque ojo, tampoco esto significa que es bueno hacerlo todo el tiempo, sin embargo de vez en cuando, el postergar alguna actividad puede ser incluso bueno.

De acuerdo con la terapeuta Alesha Bryan, el procastinar puede deberse a factores que van más allá de la disciplina. Es decir, en ocasiones la razón por la que estas postergando esas tareas, son un síntoma de algo más complejo que requiera corregirse.

Por ejemplo, si sueles procastinar durante una rutina de trabajo en particular, es posible que esté mal diseñada y necesites cambiarla. O si sueles posponer salir a correr por las mañanas por el cansancio, puede que tengas problemas de sueño o incluso de salud.

Al final, muchas veces la procrastinación es más la consecuencia de los problemas que la causa.  Tenlo en cuenta.

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20 Consejos sencillos para ser mucho más productivo

La productividad es un tema que cada vez tiene más importancia en la vida de las personas

Ya seas un estudiante o una persona que trabaja, es muy probable que alguna vez te hayas dicho “no tengo tiempo para nada”. Y sí, probablemente tengas una gran cantidad de tareas que completar, sin embargo, lo más seguro es que tengas problemas de gestión de tiempo y productividad.

Entonces ¿cómo se puede ser más productivo? Por fortuna, no es una tarea tan complicada, incluso con pequeños cambios, puede haber un impacto considerable en nuestro día a día.

Así que en el siguiente artículo te traemos una lista de 20 consejos que te ayudarán a ser mucho más productivo de forma fácil y efectiva.

[lista n=1] Haz sistemas

Los sistemas se han convertido en el “santo grial de la productividad” estos últimos años. Por ejemplo, hay libros y métodos completos que giran entorno a la idea de adoptar sistemas para convertirte en la “súper versión” de ti mismo. Pero ¿qué es un sistema y como funciona?

A grandes rasgos, los sistemas son una serie de hábitos, acciones o métodos que en un momento dado se vuelven rutinas. Por ejemplo, el anotar en una agenda las fechas de entrega o realizar listas de tareas, si los haces a diario, se vuelven parte de un sistema.

Si bien, hay muchos sistemas ya definidos para temas de productividad, al final los que mejor funcionan son aquellos que se adaptan a tu flujo de trabajo,

Entonces ¿qué hábitos o técnicas me pueden servir para crear mi sistema? Para este caso, puedes elegir alguno o varios de los 19 consejos restantes de la lista.

[lista n=2] Usa el método pomodoro

El tema del método pomodoro es muy amplio e incluso –en cierto modo– controvertido. Sin embargo, no hay duda que tiene un efecto psicológico poderoso en la mayoría de las personas, por lo que vale la pena ponerlo a prueba.

Pero ¿qué es un pomodoro?  Bueno, básicamente este método consta de dividir tu trabajo en bloques de 25 / 5, es decir, debes trabajar 25 minutos y luego descansar 5, y así repetir el ciclo las veces que lo necesites. Para todo esto, debes contar con un temporizador o alarma que sonará cada vez que se acaba ese bloque de tiempo o “pomodoro”.

Curiosamente, la verdadera razón de la efectividad del método pomodoro no son los bloques de tiempo definidos ni tampoco el contar con un “método científicamente comprobado”, sino que el realizar esta tarea una y otra vez durante todo el día se convierten rápidamente en un hábito.

Así que, si eres un procrastinador, sin duda el método pomodoro te servirá bastante.

[lista n=3] Ponte plazos o fechas de entrega

Si eres de los que les cuesta trabajo terminar los proyectos, puede que esta sea tu solución.

Los famosos deadlines o fechas de entrega, aunque suelen causar estrés a muchos, en realidad son una de las fuentes más poderosas de productividad que hay. Incluso, hay estudios que aseguran que los períodos anteriores a las entregas de trabajos o a las fechas de los exámenes en las universidades, son los más productivos para los estudiantes.

Como bien dice Elon Musk: “Si quieres terminar algo para el próximo mes, ponte como plazo el próximo mes. Si eso mismo lo quieres terminar para la próxima semana, ponte como plazo la próxima semana. Mientras tanto, si lo quieres terminar para mañana, ponte el plazo para mañana.”

[lista n=4] Evita hacer muchas tareas a la vez

El multitasking o hacer varias tareas a la vez, es posiblemente uno de los errores más comunes que cometemos cuando queremos ser más productivos.

Si bien, la lógica nos diría que tiene todo el sentido del mundo hacer diferentes tareas en un mismo lapso del tiempo para ahorrar valiosos minutos, lo cierto es que lo único que hace esto es que nos terminemos distrayendo y haciendo las cosas de peor forma.

Por ejemplo: ¿Quién conduce mejor? ¿Una persona que esta enfocada completamente en manejar su auto, o aquella que esta conduciendo, hablando por teléfono y mirándose por el espejo? Sin duda la respuesta es bastante sencilla.

[lista n=5] Prepara las cosas antes de hacerlas

Un consejo que se puede encontrar en libros como “Atomic Habits” o “Deep Work”, es que es necesario que todas las tareas estén libres de obstáculos, y más las que son más complejas y difíciles de hacer. Es decir, que no requieras realizar otras tareas extras para empezarlas.

Por ejemplo, si tu objetivo es hacer ejercicio, ten siempre preparada y cerca de ti la ropa y los zapatos para correr. O si quieres aprender a tocar la guitarra, debería de estar a la vista en todo momento.

Aunque no lo parezca, estas simples acciones pueden marcar la diferencia.

[lista n=6] Haz listas de tareas

Las clásicas listas de tareas o “todo list”, son sin duda una de las herramientas de productividad más importantes que hay. Incluso, antes de que el tema de la productividad estuviera de moda, la gente solía crear un esbozo de las cosas que tenía que hacer a lo largo del día.

Si nunca has hecho una lista de tareas, básicamente debes anotar las tareas o actividades que tienes que realizar. Estas pueden ser de periodos diarios o de un tiempo indefinido.

La clave de las “todo list” es que cada vez que completas una tarea, la tachas o marcas de la lista. Es más, esta insignificante acción le causa placer a cualquiera.

[lista n=7] Borra la mitad de lo que escribiste en tu lista

Sí, es muy seguro que debas borrar más de la mitad de las tareas que has escrito, pero no te preocupes, las que has descartado las podrás hacer otro día.

¿Cuántas tareas debes tener? Según el método de Abi Abdaal de productividad, una buena lista solamente debe tener a lo mucho 3 tareas. Si bien, esta no es una regla que deba cumplirse al pie de la letra, lo recomendable es que sea lo más sintetizada posible. 

[lista n=8] Agrupa las tareas en bloques de tiempo

Cuando tienes muchas actividades relacionadas entre si, una buena idea es agruparlas en un mismo bloque de tiempo. Con esto, puedes enfocar tus recursos y energía a un mismo tipo de tarea.

Por ejemplo, si vas a salir a comprar algo al supermercado, una buena idea es realizar otras actividades pendietes como lo son pasar por la farmacia o al banco.

Recuerda, entre mejor tengas agrupadas las tareas, mayor será el impacto.

[lista n=9] Inicia por lo más importante

Ya que tienes tu lista de tareas, es probable que no las tengas en un orden aparente. Si es así, estas cometiendo un grave, pero muy habitual error.

De acuerdo con Sam Thomas, especialista en productividad, el iniciar siempre el día con las tareas de mayor importancia o más difíciles, hace que el resto sean mas sencillas de completar. Por lo tanto, es un truco psicológico que puede cambiar para bien el resto de tu día.

[lista n=10] Inicia por lo más sencillo

Si por alguna razón el punto anterior no te funcionó del todo, este seguramente sí.

A grandes rasgos, el iniciar por lo más sencillo te va a dar un “empujoncito” de motivación y actitud para enfrentar el resto de las tareas de tu día. Ya que es sencillo y no requiere gran esfuerzo, realizar esta tarea será pan comido, pero el impacto que tendrá en ti será mucho mayor.

[lista n=11] Ponle tiempo a las tareas

Al momento de planificar una tarea, es una buena idea poner el tiempo que tienes presupuestado destinar para completarla. Esto puede ser ya sea en bloques de horas y/o minutos.

Si bien, no es siempre posible tener bloques definidos de tiempo, en especial cuando son tareas de última hora o urgentes, lo ideal es tener una idea del tiempo esperado.

Por ejemplo, en vez de decir: “voy a trabajar toda la tarde en el nuevo curso que me inscribí”, deberías de decir: “De 4 a 7pm, voy a enfocarme exclusivamente en el curso. A las 7 con 1, puedo hacer cualquier otra cosa.”

[lista n=12] Aplica la regla de los dos minutos

Esta regla creada por James Clear en su libro “Atomic Habits”, nos dice:

Si una tarea puede realizarse en dos o menos minutos, hazla ahora mismo y sin titubear. En el caso contrario, si te va a tomar más de este tiempo, déjala (o prográmala) para más adelante.

La clave de esta regla es que las tareas pequeñas que pueden absorber buena parte de nuestro tiempo, las vamos a ir haciendo o descartando para no afectar nuestras actividades más importantes.

Regla simple pero efectiva.

[lista n=13] Aplica la regla de los 5 minuto

Ya que estamos hablando de regla de x cantidad de minutos, ahora sigue la fabulosa regla de los 5 minutos. ¿En qué consiste?

Esta regla nos dice que, si tenemos que realizar algo que no tenemos ganas de hacer o estamos teniendo problemas, debemos convencernos de que solo debemos hacerla durante 5 minutos.

Curiosamente, al aplicar esta regla, lo que de verdad estás haciendo es eliminar los factores que fomentan la procrastinación, como lo es la sensación inicial de que vas a realizar algo que no te apetece por mucho tiempo. Al final, cuando empiezas a hacer la actividad, esa emoción desaparece y lo más seguro es que termines invirtiendo mucho más que 5 minutos.

[lista n=14] Utiliza alguna herramienta de gestión

Aunque las listas de tareas hechas a mano son bastante efectivas, es probable que muchas personas necesiten una ayuda extra de alguno que otro artilugio tecnológico. Por fortuna, hay muchas opciones que no tienen ningún costo y son fáciles de utilizar.

Entre las herramientas más utilizadas está Trello, Microsoft To-do, Todo list, Reminders (Mac y iOS), etc. Cada una sigue su propia metodología, por lo que vale la pena echarle un vistazo a más de una para comprobar cuál se acomoda mejor a tus necesidades.

[lista n=15] Utiliza bloqueadores de páginas web

De acuerdo con una investigación realizada por RescueTime.com, la persona promedio utiliza entre 20 a 90 minutos de los periodos de trabajo de su jornada laboral, mirando notificaciones, viendo videos o consumiendo cualquier tipo de contenido de ocio. Es decir, en total es casi un día de trabajo extra a la semana.

Por lo tanto, si quieres mejorar tu productividad, un buen primer paso es bloquear aplicaciones o paginas de ocio mientras estás trabajando o realizando alguna tarea que necesite toda tu atención.

Para esto, puedes usar extensiones en el navegador como StayFocus y BlockSite.

Aunque el inicio puede ser algo complicado, con el paso del tiempo te terminas acostumbrando.

[lista n=16] Ten plantillas

Este hack es excelente para las personas que pasan horas enteras respondiendo correos electrónicos.

El tener un molde o plantilla en la que tienes que cambiar solo algún parámetro, es una forma muy útil de ahorrar tiempo y esfuerzo en tareas. Por ejemplo, si debes responder docenas de emails todos los días, en vez de escribirlos uno por uno de forma personalizada, puedes utilizar una “estructura” o esquema ya definido en el que solo le cambias una o dos cosas.

Por cierto, además de tener plantillas de correo electrónico, también puedes usarlas con hojas de cálculo, estructuras de informes, reportes, etc.

[lista n=17] Toma descansos

Un consejo obvio pero que a veces se pasa por alto.

Después de largos periodos de trabajo continuo, siempre es necesario tomar un descanso para “recargar las pilas”. Incluso aunque tengas algo muy importante que terminar lo antes posible, tomarte 15 minutos de desconexión por cada dos o tres horas, te pueden dar un impulso extra.

[lista n=18] Da una caminata

No se si alguna vez hayas escuchado la frase “De vez en cuando dar una caminata es la solución para todos tus problemas…”. Sí, es algo exagerada esta afirmación, pero tiene su razón de ser.

De acuerdo con Jacque Crockford, un experto en psicología clínica:

“El dar una caminata de al menos unos 20 minutos al día, ayuda al cerebro a reiniciar algunos procesos cognitivos. Por ejemplo, cuando una persona le cuesta trabajo dar con una solución o idea, probablemente salir al parque y caminar por una media hora pueda ser su solución”

 Es más, muchas oficinas de compañías importantes como Google o Facebook, cuentan con extensas áreas verdes para que sus empleados puedan dar una caminata. ¿Esto es un capricho? Para nada, en realidad es una forma bastante costosa pero efectiva de que su personal sea más productivo.

[lista n=19] Anota lo que has hecho en el día

Al escribir lo que has hecho, como si fuera un diario, te permitirá ver qué tan productivo fuiste durante el día. Mientras tanto, en el caso de que sientas que no fuiste lo suficientemente productivo, te ayudará a ver los puntos de mejora.

Por cierto, esta acción de retroalimentación también es muy útil si estás en un proceso de mejora continua. 

[lista n=20] Aprende a decir que no

Por último y no por eso menos importante, hay que aprender a decir que “no”.

Muchas veces la verdadera causa por la que nos cuesta trabajo completar nuestras tareas o alcanzar nuestros objetivos, no es tanto el manejo del tiempo o las herramientas de apoyo que tengamos, sino que lo más seguro es que estamos teniendo una carga de trabajo mayor a la que podemos manejar.

Para arreglar esto, sencillamente tenemos que aprender a decir “no” de vez en cuando. Y no solo a los demás, sino también a nosotros mismos.

Por lo tanto, la próxima vez que hagas algo o estés definiendo tu lista de tareas, sé consiente si de verdad es importante o necesario realizar esa tarea. Si la respuesta es “no” y ves que debes de lidiar con otras prioridades, seguramente puedes hacerla en otro momento.