Considerado por muchos como el mayor capo de la droga de la historia, Joaquín Guzmán Loera o mejor conocido como “El Chapo Guzmán” es una de las figuras criminales más reconocidas a nivel mundial en la actualidad, y también una de las más ricas. Según la revista Forebes, en el año 2010 su fortuna superaba los 1,000 millones de dólares, lo que lo posicionaba entre las 100 personas más ricas del mundo.
A pesar de todas las riquezas y lujos con los que normalmente se le relacionan al Chapo Guzman, en realidad tiene un origen completamente distinto al que muchos se podrían imaginar.
Esta es la historia del Chapo antes de convertirse en la persona que es.
Su origen
De acuerdo a información de la agencia Notimex, Joaquín Archivaldo Guzmán Loera nació el 4 de abril de 1957 en un pequeño pueblo llamado La Tuna, localizado en la Sierra Madre Occidental en el estado de Sinaloa.
Aunque no se sabe mucho sobre sus padres más que sus nombres (Emilio Guzmán Bustillos y María Consuelo Loera Pérez), se cree que jugaron un papel fundamental para lo que se convertiría más adelante.
La niñez y adolescencia
Como era costumbre en las zonas rurales de México, nació en una familia numerosa de 7 hermanos. Él siendo el mayor, tuvo que buscar formas de ganar dinero desde muy joven ya que vivía en una de las áreas más pobres de todo el estado.
El joven Joaquín, durante un tiempo ganó dinero vendiendo de todo, desde naranjas, refrescos y dulces, hasta útiles escolares. En cierto modo este fue su primer trabajo.
Por las mismas condiciones precarias del pueblo, estudió solo hasta el 3er año de primaria. Pese a que no tuvo una educación formal, su capacidad innata en los negocios le ayudaron a subsistir y más adelante a escalar en el mundo del crimen.
Inicio en el mundo de las drogas
Al dejar la escuela y viendo que no podía conseguir el suficiente dinero vendiendo naranjas, Joaquín decidió entrar al negocio familia de la siembra.
Según la historia oficial, Emilio Guzmán, el padre del Chapo, se dedicaba a la agricultura y la ganadería, pero todo apunta a que también cultivaba marihuana y amapola (como gran parte de las personas en el pueblo) para conseguir un «ingreso extra».
Aunque en teoría el papá debería de generar suficiente dinero para la familia en este tipo de trabajos, todo se lo gastaba en alcohol y mujeres, llegando a un punto en que no había ni un solo centavo en su casa. Así que Joaquín le pidió ayuda a sus primos para entrar al negocio del cultivo de drogas con el objetivo de mantener a sus hermanos y a su madre. Y todo lo demás es historia…
En cuanto al origen del apodo de “Chapo”, se debe a que en su adolescencia era bajo de estatura. Sin importar que con los años superó el 1.70 de estatura, ese nombre se quedó grabado en él y en la historia del mundo contemporáneo.