El café es el combustible de la sociedad de occidente. Todos los días se toman millones de tazas de esta bebida de color oscuro y sabor intenso. Pero ¿Sabes cómo se debe de tomar y prepara correctamente el café?
En el mejor de los casos, todas las mañanas puedes tener la oportunidad de ir a una cafetería donde un barista experimentado te lo prepara, pero la realidad (por cuestiones meramente económicas), terminamos tomando ese raro brebaje en la oficina que le llamamos de cariño “agua de calcetín”.
Afortunadamente, gracias a esta maravilla llamada internet, podemos convertirnos en unos expertos de cualquier cosa. Y qué mejor que en algo tan maravilloso como lo es el café.
Lo básico
Olvida el café instantáneo
En el mundo donde vivimos hoy en día, queremos todo ‘para ayer’. Por las mañanas ya no es fácil invertir 10 minutos para preparar una buena taza de café y mejor decidimos calentar agua en el microondas y usar café instantáneo para ahorrar tiempo.
Esa bebida de mesa de funeraria conocida como “Nescafe” (por ser la marca más popular), deberíamos eludirla cada vez que la veamos. Aparte de que su sabor es terrible, está comprobado que no tiene las propiedades antioxidantes del café real.
Toma nota.
No se dice “expreso” o “express”, sino espresso
Pronunciar de forma correcta una palabra de un idioma extranjero puede ser snob y terriblemente pretencioso en muchos de los casos, sin embargo es una buena práctica decir de forma correcta espresso. Principalmente para no sonar como un idiota enfrente de alguien que sí sepa sobre café.
Por fortuna, el italiano y el español tienen una pronunciación más o menos parecida, por lo que en teoría debería ser fácil para nosotros hacerlo. Inténtalo.
Por cierto, se pronuncia “es-prreso”.
Distintos tipos de café
Hay una enorme cantidad de formas de preparar café y bebidas hechas a base de sus granos. Aunque la mayoría solo conocen el “americano” o el ”cappuccino”, no está de más probar y conocer otras bebidas.
Espresso, la base de todos los cafés
Es considerado como la forma de preparación más popular en Europa y en las cafeterías de alta categoría alrededor del mundo. Su sabor es intenso y te permite saborear elementos que rara vez aparecen en otras formas de preparación.
Si bien, los que no están acostumbrados a beberlo lo consideran como “quemado” y “excesivamente amargo”, en realidad se caracteriza por soltar la dulzura propia del café.
Estos son algunos tipos de espresso populares:
Simple: se cuelan con una maquina a presión 30 ml de agua por 20 gramos de café (aproximadamente). El resultado es una bebida con una crema amarillenta en la superficie.
Ristretto: a grandes rasgos, es un espresso simple pero usando únicamente ¾ partes del agua.
Doble (largo): como dice el nombre, es el doble de uno simple.
Cortado: se le agregan unos 20 ml de leche caliente al espresso. El ‘cortado’ es una variedad alternativa ideal para los que se les hace fuerte y amargo tomar un espresso directo.
Además no hay que olvidar que siempre debe tomarse en una taza para tamaño “espresso” (las más pequeñas)
Cappuccino
El café más popular en las cafeterías y restaurantes ya que es muy fácil de tomar, además se lleva muy bien después de una comida.
Erróneamente se cree que el Cappuccino es “café con mucha espuma arriba” (en realidad ese es un espresso macchiato) o un “café con flores y otros dibujos” (un arte latte). En realidad el cappuccino no es más que un espresso con crema de leche (‘leche espumada’ un poco menor al doble de su volumen original).
Como curiosidad, el cappuccino tradicional siempre debe tener las medidas de una taza regular (200 ml aproximadamente) y con leche entera. Los ‘cappuccino’ de las cafeterías con vasos de medio litro (tamaño ‘grande’, ‘venti’ y demás), realmente son lattes.
Latte
Es el nombre italiano para nombrar al tradicional “café con leche” de toda la vida.
El latte clásico está hecho con un espresso simple por tres partes de leche. En su preparación más formal se le agrega espuma y una capa en la parte superior de ‘crema de leche’ (como en el cappuccino).
Espresso macchiato
Una bebida que ha ganado mucha popularidad los últimos años gracias a grandes cadenas de cafeterías (cof cof Starbucks).
Las mayores diferencias entre el macchiato y el cappuccino son el tipo y la cantidad de espuma. El macchiato tiene una gran capa de espuma seca y estabilizada, mientras que la del cappuccino es mucho menor y se diluye al pasar de los minutos.
Americano
Es el estilo de café más reconocible fuera de Europa y uno de los más vendidos en las cafeterías.
Su origen se remonta en la Segunda Guerra Mundial. Al parecer los soldados estadounidenses no soportaban tomar espresso mientras estaban en campaña en Italia y pedían “café americano” (lo pedían como se hacía en Estados Unidos), así que los baristas italianos se las ingeniaron rebajando el espresso con agua.
Si bien, el Americano puede definirse como un café de colado rápido (preparado con grano grueso), la forma correcta de definirlo es como “un espresso cortado con agua”.
Café de filtro
Es la forma de preparar café más popular del mundo gracias a las cafeteras eléctricas. A menudo se confunde con el Americano ya que tiene una consistencia similar, pero se prepara de forma distinta (lo que hace que cambie el sabor).
El café de filtro es menos intenso que el espresso, pero tiene un cuerpo y sabor más complejo que el Americano.
¿Cómo tomarlo?
No hay un ritual específico para tomar café correctamente y cada quien puede tener su propio estilo, pero tampoco es vino como para andar ‘catándolo’ (bueno, a menos que seas un ‘crítico de café’)…
Si bien, puedes beberlo como tú desees, los expertos lo recomiendan hacer de la siguiente forma para descifrar y sentir sus sabores:
Siente el sabor de los primeros sorbos
La mayoría de las variantes del espresso se toman en uno o dos sorbos (porque realmente es un trago de café). Pero si tú prefieres tomar alguno de los muchos estilos que hay (como se mencionó en párrafos anteriores), el primer sorbo es sin duda el principal.
¿Por qué? Es el que más sabor tiene ya que la espuma del café y la caramelización de la leche están en la superficie. El sabor entre el primer y el segundo no cambia tanto, pero sí existe esa ‘pequeña diferencia’.
Sin azúcar
El café y el azúcar se llevan especialmente bien cuando está cortado con leche (cappuccino, latte, macchiato, etc.) En el caso de que esté solo (espresso o americano), lo aconsejable es no agregarle azúcar o cualquier otro tipo de endulzantes ya que le cambia totalmente el sabor.
Es probable que alguno diga “¡De qué hablas! Tiene un sabor muy amargo y es imposible tomarlo sin azúcar”, pero hay que recordar que el café es un gusto adquirido y con el tiempo te empezará a gustar beberlo solo.
Termínalo antes de que se enfrié
El café hay que disfrutarlo y no beberlo a la fuerza, sin embargo el café frío (ojo, “café que se dejó enfriar”, no ‘café con hielos’ u otras bebidas del estilo), tiene un sabor desagradable similar al del gis de pizarrón.
El café tarda en enfriarse unos 15 minutos aproximadamente, así que intenta tómatelo antes de este tiempo,
Simplemente disfrútalo
Una de las mejores cosas de tomar café es simplemente beberlo. No importa dónde estés y qué hora del día sea, una buena taza puede alegrarte el momento.
Disfrútalo y más si es un café de calidad. Siente el sabor, el aroma y déjate llevar por cada sorbo.
¿Cómo no tomarlo?
Ahora que ya sabemos cuál es la manera recomendable de tomar café, es hora de tocar su contra parte.
Con el estómago vacío
Bien se sabe que el café aumenta la acidez del estómago y además puede causar síntomas como agruras y ardor estomacal fácilmente (en especial si lo tomas en ayunas). Para evitar molestias de este tipo, lo mejor es evitar el tomarlo sin haber desayunado antes.
Usar sustituto de crema
Ese polvo blanco que venden en embaces de tamaño industrial en el supermercado, pueden ser una buena opción para “mejorar un poco” el sabor del ‘agua de calcetín’ de los cafés malos. Sin embargo si el café que estás tomando es de calidad ¡ni se te ocurra ponerle sustituto de crema!
Excederse en las cantidades
El café es una bebida que tiene muchas propiedades que pueden beneficiar tu salud, pero tampoco hay que olvidar que es una droga y un estimulante muy potente.
Si eres una persona que bebe grandes cantidades de café, aunque no lo sepas, probablemente tengas síntomas como taquicardia, arritmia, desordenes de sueño y ansiedad causada por la abstinencia.
¡No te excedas! Con 2 a 3 tazas al día es más que suficiente.
¿Cómo prepararlo?
La diferencia entre el sabor del café casero y el de una cafetería puede ser abismal. Alguno puede decir al respecto: “Pues se dedican a vender café, así que obviamente debe saber mejor”. Pero ¿Qué pensarías si te dijera que puedes preparar un café que sepa tan bien como el de una cafetería pero sin gastar una fortuna en artilugios?
Así es, cualquiera puede preparar un café espectacular en casa. ¿Pero cómo hacerlo?
Importante: muele tu propio café
Para las personas que de verdad amán el café, el comprar café molido es comparable a cocinar carne en el microondas o hacer un pastel con harina de pancakes. Es decir, algo que está totalmente mal.
Bien, probablemente el café molido no sea tan extremo como los ejemplos anteriores, pero sí hay que tener muy en cuenta que tomar una taza de café con granos recién molidos es una experiencia indescriptible.
Si no tienes un molino, en el mercado hay opciones a muy buen precio (unos $15 USD aprox.). Así que no hay escusas.
¡Hasta el café barato recién molido sabe bien!
Espresso
Técnicamente la única forma de preparar un espresso es con una máquina de espresso (valga la redundancia). Sin embargo, podemos tener un resultado muy parecido de otras maneras.
Cafetera italiana
El sustituto hogareño a las complejas y caras máquinas de espresso es la clásica cafetera italiana. Aunque realmente no hacen un espresso propiamente dicho (más bien, es un café de estilo ‘turco’), su sabor es espectacular si se compara con las típicas cafeteras eléctricas de filtro que hay en las oficinas.
Instrucciones:
- Muele entre 18 a 22 gramos de café por taza.
- Llena la caldera de agua hasta llegar al punto de la válvula.
- Pon el filtro en la caldera y agrega el café.
- Cierra la cafetera y ponla a fuego alto con la tapa abierta.
- Cuando empiece a subir el café, baja el fuego.
- Apagar la cafetera cuando el café ya haya subido totalmente, evitando que llegue al punto de ebullición.
Café filtrado
Probablemente el más fácil de hacer de todos ya que muchas veces lo único que debes hacer es apretar un botón y sale mágicamente tú café en cuestión de segundos.
Sin embargo, saliéndonos de la típica cafetera de filtro de papel o goteo, hay otros métodos de preparación que pueden arrojar resultados sin iguales.
Prensa francesa
La prensa francesa o también conocida como cafetera de émbolo, es una de las cafeteras más baratas y fáciles de usar en el mercado. Además para el café, funciona bien para preparar té.
La prensa se ha ganado la reputación de ser el mejor método para preparar café negro entre los baristas. Por su naturaleza, el café preparado con este método tiene un cuerpo complejo y sabores intensos que con otros métodos no sé pueden conseguir.
Instrucciones:
- Pon a calentar agua hasta punto de ebullición y luego deja reposar un minuto
- Si la prensa es de vidrio, vacía ¼ de taza de agua caliente el agua en la prensa francesa, déjala 30 segundos y luego retírala.
- Agrega el café molido (10 a 15g por taza)
- Vierte el agua caliente de manera lenta y uniforme
- Mézclalo con una cuchara
- Pon la tapa y déjalo reposar unos 5 minutos
- Presiona lentamente el émbolo
- Listo para servirse
Cafetera italiana (cortado con agua)
Americano
Hay dos formas de preparar una café americano casero: el original y el de filtro.
Americano original
Instrucciones:
- Preparar un espresso (ver arriba las instrucciones)
- Calentar 1 taza de agua
- Cuando esté listo el espresso, servir en la taza
- Agregar agua caliente y esperar unos cuantos minutos hasta que se diluya el espresso
Recuerda, la proporción es 1 de espresso por 3 de agua caliente.
Café filtrado con prensa francesa tipo americano
Instrucciones:
- Moler el café hasta tener un molido fino tipo espresso
- Calentar agua hasta llegar al punto de ebullición
- Agregar el café en la prensa francesa
- Verter el agua caliente y mezclar
Cappuccino
El cappuccino no es un café tan difícil de hacer como comúnmente se cree. Incluso no es necesario tener una vaporizador o una máquina de expreso para hacer su espuma característica.
Preparar un Cappuccino con el microondas
- Prepara una taza de espresso (ver arriba las instrucciones)
- Agrega ½ taza de leche en un envase de vidrio o en un plato hondo
- Caliéntalo en el microondas por 1 minuto
- Para preparar la “crema de leche”, mezcla con un batidor hasta que duplique el volumen
- Sobre el espresso, agrega ¼ de taza de la crema de leche
- Con una cuchara agrega la espuma