Categorías
Comida

Diferencias entre el café cappuccino y el latte

No sé si te has dado cuenta, pero en las típicas cafeterías de la actualidad es casi seguro que en la pizarra o en el letrero encima de la barra aparezcan prácticamente juntas dos bebidas: el café cappuccino y café latte.

Aunque siendo honestos, muchas de las veces cuando pides cualquiera de estas dos bebidas te sirven prácticamente lo mismo –y de ahí surge gran parte de la confusión–. Sin embargo, la verdad es que cada una es, al menos en la teoría, diferente.

Pero ¿sabes cuál es la diferencia entre el cappuccino y el latte? Si no sabes la respuesta, no te preocupes, en este artículo te daremos la explicación definitiva.

¿Qué es un cappuccino?

En un artículo pasado ya explicamos el origen y algunas curiosidades sobre el café cappuccino (te recomendamos visitarlo). Pero yendo al grano, lo que conocemos como cappuccino no es más que una bebida hecha con café espresso y leche espumada, o también llamada “crema de leche”.

En cuanto a su origen, se creó como tal en los primeros años del siglo XX en Italia, luego de que un hombre llamado Luigi Bez creara la máquina de espresso moderna. Sin embargo, no fue hasta después de la Segunda Guerra Mundial cuando se volvió ampliamente popular alrededor del mundo gracias a la mejora en las máquinas de espresso.

¿Cómo se prepara?

El estándar marcado en la actualidad por muchas cafeterías es un espresso regular de 20 ml o uno doble, por dos partes de leche y espuma (60 a 80 ml).

A esta medida también se le llama la “proporción perfecta”, por esta sencilla razón: 1/3 parte de espresso, 1/3 parte de leche caliente, 1/3 parte de microespuma.

Como bien sabrás, otro punto clave del cappuccino es su característica espuma. A esta se le llama “crema de leche” y esta hecha con vapor y microburbujas.

Por lo tanto, si juntas un espresso, leche y espuma, todo en partes iguales, tendrás un cappuccino auténtico. Por cierto, el cappuccino tradicional es de un solo tamaño 160 ml ó 5.6 oz.

¿Qué es un latte?

A diferencia del café cappuccino, el café late es una bebida más genérica, ya que literalmente significa “café con leche”.

Respecto a su origen, el latte es una bebida que se ha servido en casi todos los países del mundo, incluso ni siquiera es italiana, ya que los primeros registros que se tienen en el país de la bota son del siglo XIX, mientras que en medio oriente se lleva tomando desde cientos de años antes.

Sin embargo, la versión italiana hecha con espresso es la que más a destacado estos últimos años. Por lo tanto, en este articulo nos vamos a centrar en esta.

Por cierto, los lattes se servían originalmente en vasos, no en tazas, incluso muchos restaurantes siguen manteniendo esta tradición.

¿Cómo se hace?

De acuerdo con la receta italiana, un café latte tiene considerablemente más leche vaporizada que los cappuccinos, es decir, aproximadamente entre 6 a 8 onzas en comparación de las 3 que tiene el segundo. En cuanto al café, se le echan entre uno a dos shots de espresso al gusto del cliente.

Respecto a su sabor y textura, ya que tiene una mayor proporción de leche, suelen ser más dulces y suaves para el paladar que los capuccinos. Mientras tanto, la espuma es menos densa y también menos duradera.

Como dato curioso: muchos de lo café cappuccinos “grandes”, “venti”, “gigantes” o como sea que los llamen las cafeterías, en realidad son lattes.

El origen de la confusión

Con la popularización de las grandes cadenas de cafeterías, el sentido más artesanal del café cappuccino se ha perdido. Por ejemplo, en vez de servírtelo en una taza tradicional 160 ml, ahora te lo dan en un vaso de cartón de más de medio litro.

Por eso mismo, es cada vez más habitual que las bebidas nombradas como “cappuccino” en los menús, tengan más espuma y cantidades de leche que la versión más auténtica.

Como menciona Coffeebros, para realizar un cappuccino auténtico es necesario tener tiempo y precisión al prepararlo, por lo que muchas de las cafeterías de cadena han renunciado a esto para ganar más velocidad, homogeneidad y abaratar en los costos de capacitación.

Entonces sí, es posible que el cappuccino que has tomado estos últimos años en tu cafetería favorita, en realidad no era un cappuccino, sino un latte.

Por cierto, para tener más clara la diferencia que hacen las cadenas con estas dos bebidas, Starbucks ha hecho un interesante diagrama:

Capuccino vs Latte: ¿Cuál es mejor para mi?

Bien, ya que sabemos la diferencia entre ambas bebidas, es momento de elegir: ¿cuál debería pedir la próxima vez que vaya a una cafetería?

Bueno, la respuesta dependerá mucho de los gustos de cada quién, pero de acuerdo con los especialistas y baristas, si disfrutas de un sabor a café más fuerte, la opción ideal es la del capuchino, ya que, como explicamos en los puntos anteriores, los capuchinos normalmente tienen la mitad de la cantidad de leche al vapor que los lattes, por lo tanto se siente más el café.

Mientras tanto, si buscas una bebida más dulce, fácil de beber y no tienes problemas con el sabor de la leche ni tampoco con la cantidad extra de calorías, sin duda la opción ideal es la del latte. Su consistencia y carácter lo hacen ideal para beberse a cualquier hora del día, algo que rara vez pasa con otras bebidas hechas con café.

Como dato curioso, un estudio hecho por la famosa psicóloga clínica Ramani Durvasula sobre la personalidad, mencionaba que los bebedores de latte normalmente eran personas amigables y fáciles de tratar, mientras que los de cappuccino tenían personalidades más controladoras y obsesivas. ¿Será cierto?

Conclusión

Para recapitular y que nos quede clara la diferenciabidas entre ambas bebidas.

  • El cappuccino está compuesto por una parte de espresso, una de leche semivaporizada (también llamada crema de leche) y microespuma.
  • El latte es básicamente cualquier bebida de café que contenga leche.
  • Los capuccinos tienen un sabor a café entre medio a intenso.
  • Los lattes son más suaves y tienen un sabor dulce natural.
  • Los cappuccinos fueron inventados en Italia en la primera década de 1900.
  • Los lattes han existido desde hace siglos.
  • Muchas cafeterías mezclan ambos términos de forma indistinta, aunque los cierto es que ambas bebidas son diferentes.

Ahora ya sabes la diferencia. ¿Qué te pareció?

Fuentes:

Categorías
Curiosidades

¿Qué le pasa al cuerpo cuando tomas cafeína?

Se dice habitualmente que el combustible del mundo es el petróleo, pero, si tuvieramos que decir cúal es el combustible de la sociedad actual, probablemente la respuesta sería el café.

Para dar una idea de su arraigo de esta bebida en nuestras vidas, solo en EE.UU se beben más de 500 millones de tazas en promedio al día; es decir, cerca de 2 tazas por persona. Una locura ¿No?

En parte, además de su sabor y del arraigo social, la popularidad del café se debe a que cuenta con una poderosa y adictiva sustancia conocida popularmente como cafeina.

La cafeina no es más que un tipo de droga psicoativa que tiene efectos estimulantes en el sistema nervioso (por eso se dice que te “despierta”). Si bien, por como lo dice su nombre, la mayoría la cafeina solo con el café, en realidad la sustancia se puede encontrar en distintos tipos de té, bebidas energetizantes y frutas como el guarana.

Pero ¿Qué efectos tiene la cafeina en el cuerpo y por qué somos tan dependientes a ella?

Te levanta (evita que te duermas)

Sin duda el el efecto más conocidos de todos.

La cafeina actua de esta manera. En los momentos anteriores en los que vamos a dormir o cuando estamos somnolientos, se libera una molecula en nuestro cerebro llamada adenosina que ocasiona la disminusión de la actividad neuronal. Mientras tanto, cuando se ingiere café o alguna bebida energisante, la cafeina absorbe la adenosina de la sangre.

A diferencia de otros estimulantes de efecto inmediato, la cafeina suele tardar un poco más en actual, sin embargo tiene un efecto muy prolongado que la vuelve ideal para tomarse en las mañanas para desperarnos.

Aumenta tu energía

Esa sensación de “energía extra”, es también uno de los efectos más populares de la cafeina.

Al bloquear la adenosina (como se mencionó en el punto anterior) las neuronas ya no pueden hacer las conexiones, y como efecto secundario se libera una pequeña cantidad de adrenalina y otras sustancias que hacen que aumente los latidos del corazon y el nivel de azucares en la sagre.

Al final ese pequeño “subidón” hace que tu nivel de energía aumenté.

Ayuda a la consentración

Aparte de absorber las moleculas ralentizadoras en la sangre, la cafeína es también un facilitador de la serotonina, dopamina y otros neurotransmisores que ayudan al cerebro a “hablar consigo mismo” más fácilmente. La norepinefrina es otro neurotransmisor que se produce en diversas partes del cuerpo, y es especialmente bueno para acelerar la función cerebral, mejorar la concentración y la recuperación de la memoria.

Aunque puede mejorar tu consentración, también hay que tener en cuenta que la abstinencia de cafeina (en especial en las personas que consideran ‘adictas’), puede ocasionar el efecto contrario.

Mejora el estado de ánimo

Otro efecto secundario de la serotonina y dopamina (ver el punto anterior).

Por cierto, según estudios, los consumidores habituales de cafeina tienen menor probabilidad de sufrir depresión (cerca de un 15% menos).

Activa el sistema digestivo

¿Has escuchado alguna vez la frase:”no deseas un café para la digestación”? Si es así, aceptala porque de verdad te puede servir.

La cafeína afecta los músculos, aumenta la actividad y acelera las contracciones, incluyendo claro, los intestinos. También se sabe que la cafeina aumenta la producción de algunas hormonas que actuan directamente en el colón, por lo que es una buena alternativa para las personas que sufren entretenimiento.

Calma los dolores de cabeza y migrañas

Sin duda el uso médico más común que tiene la cafeína es para calmar los dolores de cabeza.

Cuando sufres tensión en los musculos de la cabeza (principalmente en la nuca y en la frente), los vasos sanguíneos se dilatan y esto causa dolor. Mientras tanto la cafeina al ser un vasoconstrictor (es decir, extrecha los vasos sanguineos), ayuda a disminuir considerablemente la tensión.

De igual forma, la cafeina es muy efectiva para conbatir los sintomas de la migraña. Incluso los medicamentos más potentes para este tipo de dolor suelen tener cafeina en sus fórmulas.

Puede causar dolores de cabeza y migrañas

Irónicamente en dosis altas. en personas que no están tan acostubradas, o que sufren hipersensibilidad, la cafeina también puede causar migrañas, dolores de cabeza y el aumento en la presión arterial.

Reflujo y agruras

Si bien, la cafeina no tiene una relación aparente con problemas de acidez estomacal, lo cierto es que la mayoría de los alimentos que cuentan con esta sustancia (como lo son el café y el mate), pueden ocasionar molestias estomacales si se toman en exceso.

Crea depedencia

Aunque la cafeina se puede considerar como una drogra poco invasiba e incluso beneficiosa para nuestro día a día, lo cierto es que puede causar dependencia física y psicolóigica en los consumidores.

Como sucede con cualquier otra sustancia adictiva, cuando eres un consumidor habitual va a llegar un momento en que el cuerpo te pida cada vez más de esa sustancia. Y con la cafeina en particular, cuando se disminuye subitamente la dosis puede causar distintas molestias como lo son dolor de cabeza, irritabilidad, falta de consentración e insomnio.

Como dice la frase popular: “todo en exceso es malo”.

Categorías
Comida

Secretos para tomar y preparar café como un profesional

El café es el combustible de la sociedad de occidente. Todos los días se toman millones de tazas de esta bebida de color oscuro y sabor intenso. Pero ¿Sabes cómo se debe de tomar y prepara correctamente el café?

En el mejor de los casos, todas las mañanas puedes tener la oportunidad de ir a una cafetería donde un barista experimentado te lo prepara, pero la realidad (por cuestiones meramente económicas), terminamos tomando ese raro brebaje en la oficina que le llamamos de cariño “agua de calcetín”.

Afortunadamente, gracias a esta maravilla llamada internet, podemos convertirnos en unos expertos de cualquier cosa. Y qué mejor que en algo tan maravilloso como lo es el café.

Lo básico

Olvida el café instantáneo

En el mundo donde vivimos hoy en día, queremos todo ‘para ayer’. Por las mañanas ya no es fácil invertir 10 minutos para preparar una buena taza de café y mejor decidimos calentar agua en el microondas y usar café instantáneo para ahorrar tiempo.

Esa bebida de mesa de funeraria conocida como “Nescafe” (por ser la marca más popular), deberíamos eludirla cada vez que la veamos. Aparte de que su sabor es terrible, está comprobado que no tiene las propiedades antioxidantes del café real.

Toma nota.

No se dice “expreso” o “express”, sino espresso

Pronunciar de forma correcta una palabra de un idioma extranjero puede ser snob y terriblemente pretencioso en muchos de los casos, sin embargo es una buena práctica decir de forma correcta espresso. Principalmente para no sonar como un idiota enfrente de alguien que sí sepa sobre café.

Por fortuna, el italiano y el español tienen una pronunciación más o menos parecida, por lo que en teoría debería ser fácil para nosotros hacerlo. Inténtalo.

Por cierto, se pronuncia “es-prreso”.

Distintos tipos de café

Hay una enorme cantidad de formas de preparar café y bebidas hechas a base de sus granos. Aunque la mayoría solo conocen el “americano” o el ”cappuccino”, no está de más probar y conocer otras bebidas.

Espresso, la base de todos los cafés

Es considerado como la forma de preparación más popular en Europa y en las cafeterías de alta categoría alrededor del mundo. Su sabor es intenso y te permite saborear elementos que rara vez aparecen en otras formas de preparación.

Si bien, los que no están acostumbrados a beberlo lo consideran como “quemado” y “excesivamente amargo”, en realidad se caracteriza por soltar la dulzura propia del café.

Estos son algunos tipos de espresso populares:

Simple: se cuelan con una maquina a presión 30 ml de agua por 20 gramos de café (aproximadamente).  El resultado es una bebida con una crema amarillenta en la superficie.

Ristretto: a grandes rasgos, es un espresso simple pero usando únicamente ¾ partes del agua.

Doble (largo): como dice el nombre, es el doble de uno simple.

Cortado: se le agregan unos 20 ml de leche caliente al espresso. El ‘cortado’ es una variedad alternativa ideal para los que se les hace fuerte y amargo tomar un espresso directo.

Además no hay que olvidar que siempre debe tomarse en una taza para tamaño “espresso” (las más pequeñas)

Cappuccino

El café más popular en las cafeterías y restaurantes ya que es muy fácil de tomar, además se lleva muy bien después de una comida.

Erróneamente se cree que el Cappuccino es “café con mucha espuma arriba” (en realidad ese es un espresso macchiato) o un “café con flores y otros dibujos” (un arte latte). En realidad el cappuccino no es más que un espresso con crema de leche (‘leche espumada’ un poco menor al doble de su volumen original).

Como curiosidad, el cappuccino tradicional siempre debe tener las medidas de una taza regular (200 ml aproximadamente) y con leche entera. Los ‘cappuccino’ de las cafeterías con vasos de medio litro (tamaño ‘grande’, ‘venti’ y demás), realmente son lattes.

Latte

Es el nombre italiano para nombrar al tradicional “café con leche” de toda la vida.

El latte clásico está hecho con un espresso simple por tres partes de leche. En su preparación más formal se le agrega espuma y una capa en la parte superior de ‘crema de leche’ (como en el cappuccino).

Espresso macchiato

Una bebida que ha ganado mucha popularidad los últimos años gracias a grandes cadenas de cafeterías (cof cof Starbucks).

Las mayores diferencias entre el macchiato y el cappuccino son el tipo y la cantidad de espuma. El macchiato tiene una gran capa de espuma seca y estabilizada, mientras que la del cappuccino es mucho menor y se diluye al pasar de los minutos.

Americano

Es el estilo de café más reconocible fuera de Europa y uno de los más vendidos en las cafeterías.

Su origen se remonta en la Segunda Guerra Mundial. Al parecer los soldados estadounidenses no soportaban tomar espresso mientras estaban en campaña en Italia y pedían “café americano” (lo pedían como se hacía en Estados Unidos), así que los baristas italianos se las ingeniaron rebajando el espresso con agua.

Si bien, el Americano puede definirse como un café de colado rápido (preparado con grano grueso), la forma correcta de definirlo es como “un espresso cortado con agua”.

Café de filtro

Es la forma de preparar café más popular del mundo gracias a las cafeteras eléctricas. A menudo se confunde con el Americano ya que tiene una consistencia similar, pero se prepara de forma distinta (lo que hace que cambie el sabor).

El café de filtro es menos intenso que el espresso, pero tiene un cuerpo y sabor más complejo que el Americano.

¿Cómo tomarlo?

No hay un ritual específico para tomar café correctamente y cada quien puede tener su propio estilo, pero tampoco es vino como para andar ‘catándolo’ (bueno, a menos que seas un ‘crítico de café’)…

Si bien, puedes beberlo como tú desees, los expertos lo recomiendan hacer de la siguiente forma para descifrar y sentir sus sabores:

Siente el sabor de los primeros sorbos

La mayoría de las variantes del espresso se toman en uno o dos sorbos (porque realmente es un trago de café).  Pero si tú prefieres tomar alguno de los muchos estilos que hay (como se mencionó en párrafos anteriores), el primer sorbo es sin duda el principal.

¿Por qué? Es el que más sabor tiene ya que la espuma del café y la caramelización de la leche están en la superficie. El sabor entre el primer y el segundo no cambia tanto, pero sí existe esa ‘pequeña diferencia’.

Sin azúcar

El café y el azúcar se llevan especialmente bien cuando está cortado con leche (cappuccino, latte, macchiato, etc.) En el caso de que esté solo (espresso o americano), lo aconsejable es no agregarle azúcar o cualquier otro tipo de endulzantes ya que le cambia totalmente el sabor.

Es probable que alguno diga “¡De qué hablas! Tiene un sabor muy amargo y es imposible tomarlo sin azúcar”, pero hay que recordar que el café es un gusto adquirido y con el tiempo te empezará a gustar beberlo solo.

Termínalo antes de que se enfrié

El café hay que disfrutarlo y no beberlo a la fuerza, sin embargo el café frío (ojo, “café que se dejó enfriar”, no ‘café con hielos’ u otras bebidas del estilo), tiene un sabor desagradable similar al del gis de pizarrón.

El café tarda en enfriarse unos 15 minutos aproximadamente, así que intenta tómatelo antes de este tiempo,

Simplemente disfrútalo

Una de las mejores cosas de tomar café es simplemente beberlo. No importa dónde estés y qué hora del día sea, una buena taza puede alegrarte el momento.

Disfrútalo y más si es un café de calidad. Siente el sabor, el aroma y déjate llevar por cada sorbo.

¿Cómo no tomarlo?

Ahora que ya sabemos cuál es la manera recomendable de tomar café, es hora de tocar su contra parte.

Con el estómago vacío

Bien se sabe que el café aumenta la acidez del estómago y además puede causar síntomas como agruras y ardor estomacal fácilmente (en especial si lo tomas en ayunas). Para evitar molestias de este tipo, lo mejor es evitar el tomarlo sin haber desayunado antes.

Usar sustituto de crema

Ese polvo blanco que venden en embaces de tamaño industrial en el supermercado, pueden ser una buena opción para “mejorar un poco” el sabor del ‘agua de calcetín’ de los cafés malos. Sin embargo si el café que estás tomando es de calidad ¡ni se te ocurra ponerle sustituto de crema!

Excederse en las cantidades

El café es una bebida que tiene muchas propiedades que pueden beneficiar tu salud, pero tampoco hay que olvidar que es una droga y un estimulante muy potente.

Si eres una persona que bebe grandes cantidades de café, aunque no lo sepas, probablemente tengas síntomas como taquicardia, arritmia, desordenes de sueño y ansiedad causada por la abstinencia.

¡No te excedas! Con 2 a 3 tazas al día es más que suficiente.

¿Cómo prepararlo?

La diferencia entre el sabor del café casero y el de una cafetería puede ser abismal. Alguno puede decir al respecto: “Pues se dedican a vender café, así que obviamente debe saber mejor”. Pero ¿Qué pensarías si te dijera que puedes preparar un café que sepa tan bien como el de una cafetería pero sin gastar una fortuna en artilugios?

Así es, cualquiera puede preparar un café espectacular en casa. ¿Pero cómo hacerlo?

Importante: muele tu propio café

Para las personas que de verdad amán el café, el comprar café molido es comparable a cocinar carne en el microondas o hacer un pastel con harina de pancakes. Es decir, algo que está totalmente mal.

Bien, probablemente el café molido no sea tan extremo como los ejemplos anteriores, pero sí hay que tener muy en cuenta que tomar una taza de café con granos recién molidos es una experiencia indescriptible.

Si no tienes un molino, en el mercado hay opciones a muy buen precio (unos $15 USD aprox.). Así que no hay escusas.

¡Hasta el café barato recién molido sabe bien!

Espresso

Técnicamente la única forma de preparar un espresso es con una máquina de espresso (valga la redundancia). Sin embargo, podemos tener un resultado muy parecido de otras maneras.

Cafetera italiana

El sustituto hogareño a las complejas y caras máquinas de espresso es la clásica cafetera italiana. Aunque realmente no hacen un espresso propiamente dicho (más bien, es un café de estilo ‘turco’), su sabor es espectacular si se compara con las típicas cafeteras eléctricas de filtro que hay en las oficinas.

Instrucciones:

  • Muele entre 18 a 22 gramos de café por taza.
  • Llena la caldera de agua hasta llegar al punto de la válvula.
  • Pon el filtro en la caldera y agrega el café.
  • Cierra la cafetera y ponla a fuego alto con la tapa abierta.
  • Cuando empiece a subir el café, baja el fuego.
  • Apagar la cafetera cuando el café ya haya subido totalmente, evitando que llegue al punto de ebullición.

Café filtrado

Probablemente el más fácil de hacer de todos ya que muchas veces lo único que debes hacer es apretar un botón y sale mágicamente tú café en cuestión de segundos.

Sin embargo, saliéndonos de la típica cafetera de filtro de papel o goteo, hay otros métodos de preparación que pueden arrojar resultados sin iguales.

Prensa francesa

La prensa francesa o también conocida como cafetera de émbolo, es una de las cafeteras más baratas y fáciles de usar en el mercado. Además para el café, funciona bien para preparar té.

La prensa se ha ganado la reputación de ser el mejor método para preparar café negro entre los baristas. Por su naturaleza, el café preparado con este método tiene un cuerpo complejo y sabores intensos que con otros métodos no sé pueden conseguir.

Instrucciones:

  • Pon a calentar agua hasta punto de ebullición y luego deja reposar un minuto
  • Si la prensa es de vidrio, vacía ¼ de taza de agua caliente el agua en la prensa francesa, déjala 30 segundos y luego retírala.
  • Agrega el café molido (10 a 15g por taza)
  • Vierte el agua caliente de manera lenta y uniforme
  • Mézclalo con una cuchara
  • Pon la tapa y déjalo reposar unos 5 minutos
  • Presiona lentamente el émbolo
  • Listo para servirse         

Cafetera italiana (cortado con agua)

Americano

Hay dos formas de preparar una café americano casero: el original y el de filtro.

Americano original

Instrucciones:

  • Preparar un espresso (ver arriba las instrucciones)
  • Calentar 1 taza de agua
  • Cuando esté listo el espresso, servir en la taza
  • Agregar agua caliente y esperar unos cuantos minutos hasta que se diluya el espresso

Recuerda, la proporción es 1 de espresso por 3 de agua caliente.

Café filtrado con prensa francesa tipo americano

Instrucciones:

  • Moler el café hasta tener un molido fino tipo espresso
  • Calentar agua hasta llegar al punto de ebullición
  • Agregar el café en la prensa francesa
  • Verter el agua caliente y mezclar

Cappuccino

El cappuccino no es un café tan difícil de hacer como comúnmente se cree. Incluso no es necesario tener una vaporizador o una máquina de expreso  para hacer su espuma característica.

Preparar un Cappuccino con el microondas

  • Prepara una taza de espresso (ver arriba las instrucciones)
  • Agrega ½ taza de leche en un envase de vidrio o en un plato hondo
  • Caliéntalo en el microondas por 1 minuto
  • Para preparar la “crema de leche”, mezcla con un batidor hasta que duplique el volumen
  • Sobre el espresso, agrega ¼ de taza de la crema de leche
  • Con una cuchara agrega la espuma