El problema de la compra y venta libre de armas
En las últimas semanas, el tema de la posesión de armas de fuego en EE.UU. regresó a la opinión pública luego de la muerte de 17 niños en una escuela en la Florida. Aunque esta escena –desafortunadamente– es cada vez más recurrente, pareciera que el tema no va a cambiar como muchos quisieran.
Desde hace tiempo la preocupación generalizada sobre este tipo de incidentes en escuelas y lugares públicos es cada vez mayor. Por ejemplo, desde los acontecimientos de la escuela Marjory Stoneman Douglas High del 14 de febrero en todo el estado han aumentado las manifestaciones de diferentes sectores de la población, incluyendo una cobertura importante de muchos de los medios.
Si bien hay un gran rechazo que poco a poco se está ganando las leyes de posesión de armas en la población en general, muchos políticos y expertos coinciden que es poco probable que haya un cambio a corto o mediano plazo en la regulación de las armas.
Entonces, si está comprobado que hay problema preocupante de violencia por armas de fuego ¿Por qué todavía no las prohíben en EE.UU.?
La Segunda Enmienda
El argumento más común que se dice cuando se habla de la prohibición o regularización de armas de fuego, e incluso también la puedes leer frecuentemente pegada en el parachoques de los autos en los estados sureños, es la famosa Segunda Enmienda. ¿Y de qué trata y por qué es tan importante?
La enmienda en cuestión dice:
«Siendo necesaria una milicia bien organizada para la seguridad de un Estado libre, el derecho de la gente a poseer y portar armas no se infringirá».
En otras palabras, si llegara a haber alguna “guerra” o cualquier otro acontecimiento que lo amerite, todos deben tener derecho a tener un arma de fuego.
Esta idea fue planteada en los años posteriores a la independencia de Estados Unidos a inicios del siglo XIX. En aquellos tiempos la creencia de estar armados era necesaria porque no había un ejército formal, pero con los años los políticos y las personas le dieron otro significado al planteamiento original.
Entonces, ya que es una enmienda promulgada para el contexto de hace más de 200 años ¿Por qué no lo cambian? La respuesta es simple: no se puede.
De acuerdo a como está constituida la ley en los Estados Unidos, las enmiendas no se pueden cambiar, aunque pueden revertir con una nueva (esto solo ha sucedido una vez).
Sin embargo, en el hipotético caso de que se llegue a dar, lo más seguro es que sería impugnada en el tribunal y probable tumbada rápidamente. ¿Por qué? Ya que a diferencia de otros países, el gobierno de EE. UU. está obligado a justificar –según la Constitución– el porqué tiene que violar o establecer límites a los derechos de los ciudadanos, y también debe hacerlo de la manera menos restrictiva posible para lograr un objetivo o una política para todos.
A grandes rasgos, esta es la razón principal por la cual es tan difícil prohibirlas.
El poder de la NRA
La organización más importante que está en contra de un posible control de armas es la Asociación Nacional del Rifle, o mejor conocida por sus siglas en inglés, NRA.
Y de hecho, de acuerdo a CNN, la mayor fuerza opositora sobre posibles nuevas legislaciones acerca de las armas es la NRA. Por cierto, aunque no es una organización propiamente “política”, tiene voz y voto en la mayoría de estos temas.
¿Por qué es tan fuerte?
Según diversas fuentes incluyendo el Center for Responsive Politics, más de la mitad de los congresistas han recibido grandes donaciones por parte de la NRA. Aunque no lo parezca, esto es completamente legal y está contemplado en las leyes estadounidenses.
Algunos de los más de 5 millones de socios con los que cuenta la organización actualmente, son empresarios importantes que llegan a ofrecer importantes sumas de dinero para defender su mensaje.
Pese a que la organización tiene un poder importante en la sociedad estadounidense, con el tiempo su reputación ha ido empeorando. Por ejemplo, uno de los casos más recientes es el boicot de algunas compañías que ofrecen descuentos a los socios de la NRA, tanto así que empresas grandes como la aerolínea Delta Airlines o la compañía de alquiler de autos Hertz, se han deslindado completamente de la Asociación Nacional del Rifle.
Un raro asunto ideológico
En comparación a lo que se vive en gran parte del mundo, las armas tienen un significado importante entre un porcentaje importante de la población en Estados Unidos.
Existe una suposición general en ambos lados –tanto de los defensores como los que están en contra – de que la posesión de armas tendrá un impacto en la tasa de crímenes violentos, incluido el homicidio. Un lado sostiene que saber que hay más armas hará que los delincuentes, los locos y los vecinos temperamentales sean menos propensos a recurrir a la violencia. La otra parte argumenta que, si menos personas tienen armas de fuego, habrá menos delitos relacionados con armas de fuego.
Al final cada persona tiene sus propias opiniones y “estadísticas” para fundamentar sus argumentos, por lo que difícilmente habrá consenso total.
Así mismo, una buena parte de los defensores de la portación argumentan que la Segunda Enmienda es un mecanismo de defensa en el caso de “un gobierno corrupto y tirano”. Pese a que técnicamente te puede detener si dices en público que vas a “matar a un político”, la idea de utilizar las armas en contra del gobierno sigue siendo frecuente.
Hay un exceso de armas
Otro argumento frecuente en las discusiones sobre las armas es que “hay tantas armas que una probable prohibición no haría mucha diferencia”.Y sí, ya hay demasiadas armas.
De acuerdo a una investigación de la organización Small Arms Survey, no existe una cifra exacta del número de armas de fuego que tienen los civiles en los Estados Unidos, pero todo apunta a que supera los 300 millones (casi un arma por habitante). Este mismo estudio de igual manera demuestra que EE.UU. es el país con mayor número de armas en todo el mundo y a diferencia de otros países, la compra y venta a aumentado.
Como bien lo explica el asesor de seguridad Chris Bast, si se llegaran a prohibir lo más seguro es que se termine creando un mercado negro de armas de fuego:
“La cantidad de rifles que tienen la población civil es incalculable. Hay muchas personas que cuentan con más de una docena de armas guardadas en sus áticos con el único fin de tener una reserva que si llegaran a prohibir su venta. Así piensan muchos estadounidenses”.
Posibles soluciones
Con los años se ha intentado que la venta se vuelva cada vez más restrictiva, Por ejemplo, no se pueden vender a personas con antecedentes penales graves o a aquellas con problemas psiquiátricos demostrados. Pero, estos cambios no hay disminuido tanto como muchos desearían los atentados.
Una posible solución es limitar la adquisición de armas semiautomáticas (armas de asalto) y cartuchos de alta capacidad. Inclusive entre los mismos defensores de la tenencia de armas de fuego, muchos consideran que los fusiles fueron diseñados para el campo de batalla y no para la defensa. Así que no suena tan descabellado que en un futuro adquirir una de estas armas sea cada vez más difícil.
En cuanto al punto de vista político, de momento está sobre la mesa la inclusión de la violencia por armas de fuego como un problema generalizado que requiere esfuerzos por parte de distintas instituciones de gobierno como de la población en general. Al hacerlo, esto daría el primer paso para un posible cambio importante.
Por último, se ha demostrado que las leyes de armas más severas han disminuido los índices de violencia. Por ejemplo, desde la década de 1990, en Australia los asesinatos de armas de fuego han disminuido casi un 200%, luego de que se prohibiera la portación y compra libre de pistolas; una solución que en un inició causó mucha controversia pero que a la larga ha sido muy aplaudida por la mayor parte de la población.